La hermosa bahía de La Paz es el camino hacia donde es posible aventurarse, llegar a otro nivel y encontrar acceso al tesoro del paraíso: el universo marino en el Golfo de California.
Abordamos la lancha en compañía de un grupo de españoles ansiosos por llegar y encontrarse con la vida marina de Sudcalifornia.
Escoltas espléndidos son los delfines, seis de ellos juguetones dando piruetas peligrosas, como queriendo competir para las olimpiadas, nos siguen a toda velocidad, mostrándonos el camino hacia su universo.
Así, ya en trajes de baño, con bronceador en mano, se nota que están en México. Asombrados y risueños los amigos barceloneses toman fotos y escuchan atentos las instrucciones de nuestro guía Enrique Castillo de Fun Baja, que nos promete diversión en un ¡gran día soleado!
A lo lejos la playa Tecolote se antoja, pero primero a un bello oasis de arena blanca es la playa Balandra que es por fortuna hoy zona protegida de los depredadores humanos. Este es el camino que nos lleva a la isla Espíritu Santo.
Una parada en la colonia de los lobos marinos, es fabulosa para nadar con ellos y observar su amistosa travesía y hacer realidad una foto tipo documental de National Geographic que, a decir de los turistas, fue el medio por el que conocieron Baja California Sur y, jamás habían tenido un contacto tan real con la naturaleza; y desconectarse por unas horas del mundo, disfrutando de seres marinos, y su modo de vida, sin mayores pretensiones que subsistir y jugar.
Lecciones de amistad y compañerismo se observan en el recorrido, lobos marinos se acompañan y comparten con las focas, las aves los observan y todo ello vigilado por la sierra La Giganta, que pareciera estar a cargo de su resguardo.
Grandes acantilados rosados y arcos misteriosos son la antesala a la isla del Espíritu Santo, sus playas de arena blanca como de azúcar, su impecable mar verde claro y apacible donde abandonarse en sus playas es obligatorio, porque el mar Caribe no es, pero al parecer Baja California Sur ofrece mágicamente todas las posibilidades de playas, como si todas las de la república mexicana de pronto estuvieran aquí, en un mismo lugar; otro misterio.
Y así, entre la playa y el cielo es fácil disfrutar las laderas del monte donde se dibujan siluetas misteriosas y en el horizonte islotes hogar de lobos marinos nos cantan una canción, y por doquier pelícanos y gaviotas ¡de a de veras! Pura vida se respira viendo sonreír a todo el que llega o va después de nadar o bucear.
Esperar cualquier sorpresa es la actitud, porque este es sitio de exploradores: aventurarse en catamarán, kayak o lancha es la oportunidad de ser parte del entorno natural y limpio.
Porque es posible acampar en la isla Espíritu Santo con permiso previo y en casi todas las playas continentales, como El Coyote, El Tecolote o como la hermosa playa Balandra sin olas, apacible y perfecta, una inmensa piscina natural, un spa único, con el lujo de la creación perfecta de sus formas esculpidas por las olas, de valor incalculable, para cuerpo y el alma de quien se atreva a vivir la experiencia, con el viento siempre a favor, descubriendo los diferentes tonos del Golfo de California, en compañía de turistas entusiasmados y felices que no creían tanta belleza posible...
Esta travesía por La Paz permite valorar lo que se tiene, y ser feliz, sin excusa. ¡Imperdible!