La piñata es parte de la tradición mexicana que nos recuerda la posada que se celebra en Navidad, y sus siete picos tradicionales que representan los 7 pecados capitales, por lo que al romperla, se terminarán y renacería la virtud en la tierra según el imaginario colectivo mexicano.
La celebración se ha extendido en las fiestas de Acción de Gracias y fin de año en Estados Unidos de Norteamérica.
"No quiero oro ni quiero plata yo lo que quiero es romper la piñata".
Dicen las letras de la historia, que Marco Polo llevó la antigua piñata a Italia, adquirida como un souvenir en China, según lo relatado en los viajes de Marco Polo.
La tradición llegó a México durante la llegada de la migración europea, así se fusionó con la festividad Mexica llena de color que celebraba al Dios Huitzilopochtli.
Lo anterior dio como resultado la piñata mexicana hecha a base de barro y papel colorido de diferentes materiales, que se llena de frutas y dulces tradicionales para evocar la abundancia en espíritu y materia, que se recoge en la tierra.
Tradición que tomaron los evangelizadores Franciscanos llegados de España para sus altares y misas de iniciación religiosa durante el Siglo XVI convirtiendo el hecho en una tradición mestiza, alegre y espiritual, icono imperdible de la Navidades de cada año para no perder el tino.
¿Y ustedes ya tienen su piñata?
"Dale, dale, dale; no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino…" Tradición imperdible!