La Sierra Madre Occidental

Sandra Ricco

  · sábado 28 de abril de 2018

Me encuentro en San Dimas, Durango, Al norte deTayoltita, donde abundan leyendas referentes con el diablo. Una delas cuales, más destacada, es de hace algunos años donde loshabitantes necesitaban colocar tubería de agua para el pueblo, quepor  su topografía erauna misión muy difícil.

Debido que no había técnicos, ni ingeniero capaz de realizaresa labor a causa del terreno tan intrincado, porque se trataba deatravesar un cerro de roca maciza con un tubo delegado.

Entonces un hombre de apellido Milán, pidió unos millones depesos por lograr dicho trabajo. Aún a pesar de ser una sumaelevada, aceptaron contratarlo, puesto que el agua era necesitadaurgentemente por el pueblo, pensando también que sería difícilfinalizar con éxito el trabajo.

Al día siguiente de realizar el pago, la tubería se encontrabacolocada exactamente como se le había solicitado llevando agua alpueblo de San Dimas. Imposible que usted metaun clavo entre la roca y el tubo, vaya ni un alfiler, porque elagujero está hecho a la medida” le dijeron a Milán. Elpueblo comentó que Milán vendio su alma al diablo y cuando estuvolisto el trabajo, lo aventó contra las rocas del fondo. Loshabitantes no creían que algo así fuera posible, pero al revisarla tubería se percataron que pasaba un tubo de cinco pulgadas dediámetro instalada perfectamente.

En la parte superior, se encuentra una laja de pura roca dondese ven los cascos del caballo del diablo, y las huellas grabadas enla piedra, asimismo en la parte inferior de las peñas hay unasrocas coloradas como si fueran manchadas de sangre, la sangre delseñor Milán, expresaron que aunque han querido limpiar las peñaspero no logra quitarse; El relato fue tan creíble por loshabitantes que hasta un sacerdote fue al lugar a bendecir. 

Cabe destacar que la beneficiada de dicha anécdota fue laesposa del señor Milán, que fue quien se quedo con losmillones.

La tubería no volvió utilizarse, porque comentan, se encuentramaldita y quien tome agua de ahí, está entregando su alma aldiablo, igual que el señor.

Toda una metáfora de la ideología noble, ingenua y al mismotiempo malévola del mexicano, donde creen y saben de cierto de lasconsecuencias de acudir al llamado del mal, tendrán consecuenciasgraves e irremediables. 

Una parábola de cara a las elecciones. 

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