La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Este jueves 26 de octubre se festeja uno de los días más particulares del año, el día de la suegra . A pesar de que la imagen de la suegra se relaciona con conflictos, en este día se revalida su imagen y se recuerda su trascendencia en el núcleo familiar.

Carlos Romero, Secretario de relaciones nacionales de la Federación de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos en México (Fenapsime) explicó que la figura de la suegra en una familia es importante, pero debe entenderse como una figura de apoyo y no como una autoridad que dicta las decisiones de la pareja casada.

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"En la sociedad a menudo se ha perpetuado la imagen de la suegra como una figura negativa, pero esto es un estereotipo injusto y perjudicial", afirmó.

Añadió que la suegra al igual que otros miembros de la familia extendida puede desempeñar un papel valioso al ofrecer apoyo emocional, consejos y compartir experiencias de vida. Además, funge de apoyo, acompañamiento y, en ocasiones, asesoría basada en su propia experiencia.

Sin embargo, es crucial que la suegra respete los límites de la pareja casada y no interfiera en su vida personal sin su consentimiento. Carlos Romero enfatizó en que la suegra debe ser un recurso que se utilice de manera voluntaria, no una fuente de presión o conflicto ya que las madres suelen defender a sus hijos por instinto.

“Las suegras defienden a su hijo o hija por instinto. Ese instinto protector proviene de un profundo vínculo emocional que se ha desarrollado a lo largo de los años. Cuando una madre ve a su hijo o hija casarse y formar su propia familia, es natural que quiera asegurarse de que su bienestar esté garantizado”.

Al respecto aclaró que este instinto protector no necesariamente surge de un deseo de control o dominación sobre la vida de la pareja casada, sino de una preocupación genuina por el bienestar de su hijo o hija.

“ Las suegras a menudo han sido testigos de las alegrías y desafíos que implica el matrimonio y la crianza de los hijos, y su deseo es compartir su sabiduría y experiencia para ayudar a la nueva pareja a superar obstáculos y enfrentar desafíos de manera más efectiva”.

Sin embargo, es importante que esta defensa instintiva se lleve a cabo de manera respetuosa y con sensibilidad hacia la autonomía de la pareja casada. Las suegras deben recordar que su papel es de apoyo y asesoramiento, no de imposición de sus propias decisiones o creencias.

“Reconocer y comprender este instinto protector de las suegras puede ayudar a fortalecer las relaciones familiares. La comunicación abierta y el respeto mutuo son clave para mantener un equilibrio saludable entre el apoyo de la familia extendida y la autonomía de la pareja casada” concluyó.

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NO PERDÍ A MIS HIJOS , GANÉ DOS MÁS

La señora María Elena Castro, residente de la ciudad de La Paz compartió su experiencia de convertirse en suegra y cómo esta experiencia fortaleció sus relaciones familiares.

Explicó que cuando su hijo se encontraba en pleno enamoramiento y le presentó a su novia, la señora Castro recuerda haber pensado: "Me ha llegado una hija" esta primera impresión , expresó, marcó el comienzo de una relación cálida y afectuosa entre la suegra y la nueva nuera.

“Cuando se casaron emocionada di gracias a Dios porque mi familia creció con la llegada de mi nuera, prometí tratarla y quererla como a una hija, vivo agradecida porque además de ser la esposa de mi hijo es la madre de una preciosa niña”.

La señora Castro no solo celebró la relación con su nuera, sino que también destacó la importancia del papel de su yerno en su vida. "Por parte de mi yerno", explicó, "es un hombre que cuida a mi hija y provee para su hogar. Es una persona alegre que siempre me hace reír y, además, es muy generosa. Siempre le envío bendiciones y me siento afortunada de tenerlo en la familia".

Además de su aprecio por su yerno y nuera, la señora Castro enfatizó que no perdió a sus hijos al casarse, sino que ganó dos más. Con tres nietos en la familia, dos de su hija y uno de su hijo, la señora Castro disfruta de un entorno familiar enriquecido y amoroso que continúa creciendo.