Comondú, Baja California Sur (OEM-Informex).- “Rafaelita” como cariñosamente la conocen en Comondú es un gran personaje, que inspira a las mujeres, ella siempre devota a su poesía, donde ha proyectado su talento, con sus bellas historias nos transmite memoria para la posteridad, mujer excepcional de gran entereza, con mucho respeto y admiración se le reconoce en esta su tierra.
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Oriunda del Estado de Jalisco, Zapotlán “El Grande”, allá desde pequeña recitaba y escribía poesía, siempre ha sido su gran talento; nacida en el año de 1931, estudió cuatro semestres en la facultad de medicina de Guadalajara, Llegó a Comondú recién casada a vivir su luna de miel en el año de 1952pero se quedó a radicar en el Valle de Santo Domingo.
En el 2016 se realizó en Cabo San Lucas y San José del Cabo durante el X Encuentro de Escritores Sudcalifornianos, durante el desarrollo de este evento se llevó a cabo el análisis de su obra literaria, donde además se le rindió homenaje y entrega de reconocimiento por parte del presidente de ESAC, Francisco López Gutiérrez y de la editora Edith Villavicencio, Algunos de sus poemas y relatos fueron conocidos en periódicos y revistas del estado (Panorama, de la UABCS, Litoralia, del COBACH y Alternativa de B.C.S, en el 2007 se realizó la primer impresión de su obra, una selección de sus poemas fue incluida en “A sus libertades alas”, Antología de Escritoras Sudalifornianas (ISC, 2006) y en “Queda la palabra”, Antología de Escritores Comundeños (ISC, 2014), este último resultado de un Taller de Narrativa Joven impartido por la escritora Edith Villavicencio en el Instituto Tecnológico de ciudad Constitución el año 2008, su último libro se publica ese mismo año y tiene como título, “Con la fragilidad de cacto”, compilado y editado por la maestra Edith Villavicencio.
Doña Rafaela tuvo una infancia difícil gracias a la persecución cristera, esos pasajes y su vida en Baja California Sur fueron grandes inspiraciones para sus poemas, ha marcado un estilo y nos ha enseñado la belleza de los parajes en esta su tierra adoptiva. Una gran madre, esposa, comerciante y gran poeta, con gran orgullo una Comundeña de corazón, dedicó gran parte de su tiempo y trabajo a gran cantidad de eventos sociales, como fueron, actividades de filantropía, apoyo en la iglesia, en la cruz roja, el asilo de ancianos y la escuela de música.
La información que aquí se plasma, fue tomada de la crónica realizada por el historiador José Soto Molina, de igual manera la fotografía fue proporcionada el archivo del Profesor José Antonio Márquez, también historiador.
