La Paz, Baja California Sur. - "El 9 de noviembre de 1964, la población se volcó al malecón para recibir al transbordador", recordó el maestro e historiador Sealtiel Enciso Pérez. Hace sesenta años, con la llegada del transbordador "La Paz", la ciudad vivió un momento histórico que marcó el inicio de una nueva era.

Familias enteras se reunieron para presenciar cómo aquel coloso atracaba en el muelle fiscal, y la emoción del evento quedó grabada en la memoria colectiva.

Con el transbordador llegaron también oportunidades, conexiones y el anhelo de un futuro mejor, un momento que, para muchos, simbolizó el comienzo de la modernidad en Baja California Sur.

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Baja California Sur antes del transbordador

Enciso Pérez recordó que, antes de la llegada del transbordador, Baja California Sur se encontraba en un proceso de crecimiento económico, impulsado por los esfuerzos de los generales Agustín Olachea Avilés y Francisco J. Mújica.

En los años sesenta, la consolidación de los valles de Santo Domingo y San Juan de los Planes había permitido un importante desarrollo agrícola, y la exención de impuestos sobre los productos traídos de Estados Unidos fomentaba el comercio y la circulación de efectivo en la región llamada “zona libre”.

"Había un auge económico y social, y la llegada del transbordador fue la pieza que faltaba para conectar a Baja California Sur con el resto del país", comentó el historiador.

Enciso Pérez también destacó el papel fundamental que desempeñaron el gobernador Bonifacio Salinas Leal y el presidente Adolfo López Mateos en la realización del proyecto del transbordador.

"Bonifacio Salinas Leal, con su visión de modernización para Baja California Sur, gestionó el apoyo del presidente López Mateos para la construcción del transbordador y las obras necesarias en el puerto", explicó Enciso.

La colaboración entre el gobierno estatal y el federal fue clave para llevar a cabo esta obra de infraestructura que integraría a Baja California Sur con el resto del país.

Una conexión que cambió todo

La inauguración del transbordador "La Paz" fue un evento sin precedentes en la historia local. "El 9 de noviembre de 1964, la población se volcó al malecón para recibir al transbordador", relató Enciso Pérez.

"Se tuvo que dragar un canal para que pudiera atracar. Aún no existía la terminal de Pichilingue, así que el muelle fiscal fue el escenario de este momento histórico", explicó para El Sudcaliforniano.

Enciso destacó que la reacción de la gente fue muy positiva. Anteriormente, el transporte de mercancías y personas se realizaba en pequeños barcos, que no contaban con camarotes y obligaban a los pasajeros a viajar entre costales y cajas.

La llegada del transbordador trajo consigo una mejora significativa en la calidad del transporte, además de incrementar considerablemente la capacidad de carga y de pasajeros.

"El transbordador 'La Paz', construido especialmente en Japón, simbolizó la modernidad y el progreso para el territorio", afirmó el historiador.

Impulso económico y social

La llegada del transbordador no solo mejoró la conectividad, sino que también impulsó el desarrollo económico de la región.

Enciso explicó que la exención de impuestos sobre los productos importados desde Estados Unidos hizo que muchas personas viajaran a La Paz en lugar de ir a la frontera.

"Las personas venían aquí a comprar televisores, relojes y electrodomésticos a precios muy bajos, y eso generó un auge en los hoteles, restaurantes y comercios de la ciudad", relató.

Además, el incremento en la llegada de turistas y comerciantes propició una mayor demanda de servicios, lo que resultó en la proliferación de hoteles y fondas en el centro histórico de La Paz.

Un cambio en la identidad sudcaliforniana

“Antes de los años sesenta, la población de Baja California Sur estaba compuesta mayoritariamente por las mismas familias que se habían asentado aquí desde el siglo XVIII”, expuso el historiador.

“La llegada del transbordador facilitó el arribo de nuevas familias que venían en busca de oportunidades, especialmente con el desarrollo del Valle de Santo Domingo”, explicó.

Esta migración contribuyó a la pluralidad social que caracteriza al estado en la actualidad, aseguró el experto.

El fin de la zona libre

Enciso Pérez también recordó el golpe económico que representó el retiro de la condición de zona libre en 1982.

"Ese año, el gobierno federal eliminó la zona libre, lo que tuvo un impacto devastador en la economía local. Hasta ese momento, Baja California Sur había disfrutado de beneficios significativos que incentivaban el turismo y el comercio", explicó.

Esta decisión afectó gravemente a los negocios locales y provocó una reducción considerable en el flujo de visitantes que llegaban atraídos por los precios competitivos.

"La eliminación de la zona libre fue un momento difícil para la región, pero también puso a prueba la capacidad de resiliencia de los sudcalifornianos", añadió el historiador.

El legado del transbordador

A lo largo de los años, el servicio de transbordadores ha tenido una evolución desigual, de acuerdo al historiador, provocada por la derogación de los estímulos fiscales.

El 24 de octubre de 1988, el presidente Miguel de la Madrid expidió un decreto que derogaba la creación de Servicio de Transbordadores (Setra) y convocó a particulares para el arrendamiento de embarcaciones y la concesión del transbordo marítimo de carga y pasaje en las rutas del Pacífico.

En 1989, el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Andrés Caso Lombardo, expidió la concesión del servicio de transporte marítimo de carga y pasaje a Sematur de California, sucesora de lo que había sido la empresa gubernamental.

Aunque siete empresas habían manifestado interés, fue Grupo Sematur de California, propiedad del Miguel Angel Gómez Ortega, la ganadora, a pesar de ser registrada apenas el 6 de marzo de 1989, seis meses antes de la firma del convenio correspondiente.

Durante los primeros años de operación la empresa operó de manera monopólica el mercado de transbordadores en el mar de Cortés y obtuvo dividendos suficientes para hacerla rentable, ya que se le autorizó, de inmediato, un aumento de tarifas.

Pero una mala administración, la falta de previsión financiera y gastos excesivos mellaron la economía de Sematur, al grado de llevarla al borde de la quiebra, y las embarcaciones e instalaciones portuarias a su cargo presentaron graves deterioros.

En 2003, el gobierno estatal recibió seis transbordadores de manos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en condiciones lamentables, y finalmente fueron vendidos para evitar pérdidas mayores.

Desde entonces, la empresa Baja Ferries es la encargada de ofrecer el servicio de transporte de pasajeros y mercancías en la región. A su vez, Transportación Marítima de California (TMC) también realiza transporte de mercancías.

Enciso Pérez considera que el legado del transbordador es duradero y significativo, a pesar de los altibajos.

"Los transbordadores nos hablan de un sueño compartido, de la esperanza de una vida mejor. Fueron el medio que permitió a muchas familias llegar a Baja California Sur y contribuir al desarrollo del estado. Representan el trabajo, el esfuerzo y el futuro de una región que siempre ha sabido salir adelante", afirmó.

Finalmente, hizo un llamado a las autoridades para que valoren la importancia histórica del servicio de transbordadores y aseguren su continuidad en condiciones óptimas.

"Es necesario que el gobierno apoye este servicio, ya que sigue siendo imprescindible para la economía local y para muchas personas que dependen de él", concluyó.

Un aniversario para recordar

Este 9 de noviembre de 2024, La Paz conmemorará el 60 aniversario de la llegada del primer transbordador.

Es una fecha que invita a reflexionar sobre el impacto que tuvo este suceso en la vida de los sudcalifornianos y a celebrar el espíritu de quienes, con su trabajo y esfuerzo, hicieron posible la conexión entre Baja California Sur y el resto de México.

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"Es parte de nuestra esencia como sudcalifornianos", concluyó Enciso Pérez. "Los transbordadores son testigos de nuestra historia, y su legado sigue vivo en cada una de las familias que llegaron aquí buscando un futuro mejor".