La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El señor Raúl Conde Peraza, compartió cosas curiosas o descripciones que fueron encontradas en el diario del Padre Nápoli, al crear una radio novela muy pintoresca al particular estilo de “Los Huizapoles”. Así mismo dentro de la historia nos llevo a la extinción de los Californios, 3 etnias que vivieron en la hermosa Península sobre todo al Sur de la Península que fueron los Pericues, los Guaycuras de La Paz para el norte, y los Cochimíes de Loreto para arriba.
“Las descripciones que hace el Padre Ignacio María Nápoli, son muy interesantes, el trabajo esta muy centrado en su diario, pero marcado por el saborcito que le da “Los Huizapoles” de manera intencional. El guion fue una idea original escrita por mí. Se asustaban mucho al ver los caballos, gente montada a caballo, se imaginaban que era una sola pieza el hombre y el caballo, que era un solo animal, también les tenían muchísimo miedo a los perros”.
“Cuando las pitayas había abundancia, comían muchas ciruelas del monte, el Padre Nápoli dice que eran una fruta muy deliciosa, delicada, muy buena.Los chuniques quedaban tirados, cuando les agarraba el hambre otra vez iban a los lugares donde habían estado comiendo ciruelas, a buscar los chuniques para partirlos y comerse la almendrita, era algo que le parecía asqueroso al padre”.
Cuenta que una de las razones por la cual llegaron a estas tierras fue porque les habían anticipado grandes tesoros, oro, perlas y mucha riqueza, pero se dieron cuenta que no era así: “Cuando vinieron los jesuitas venían con la idea de salvar las almas, los que no eran cristianos pues estaban muy perdidos iban a ir al infierno, había que salvarlos, pero resulto la extinción de los Californios”.
Rompieron su equilibrio que tenían con la naturaleza, tenían miles de años viviendo de ese modo, les trajeron enfermedades como la viruela, el sarampión, la sífilis, entre otras, eran cuerpos limpios, pero se fueron extinguiendo.
“El Padre Barco de la Misión de San Javier, le mandaron un pan a otra misión que estaba a unos kilómetros, mandaron a un nativo con el pan y con una carta, diciendo lo que el nativo llevaba, una relación de lo que habían hecho. En la carta llevaba el pan escrito, este nativo en el camino se le antojo el pan y se lo comió, cuando llego allá le dijeron y el pan, dijo el nativo ¿Cuál pan?¡No venia ningún pan! El sabía que se había comido el pan, dijo - Ah canijo –“.
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“A la siguiente vez le dijeron mira hay va otro pan llévate esta carta, se fue, pero se le antojo el pan otra vez, en el otro viaje agarro el papel y lo puso atrás de una piedra para comerse el pan para que no viera la carta que se estaba comiendo el pan. Llego allá - Oye y el pan, no puede ser -. Entonces los indígenas le tenían miedo al papel, miedo a los escritos porque pensaban que había un espíritu viendo y sabiendo todo lo que estaba pasando”.
Los artistas que participaron en la Radio Novela fueron: En la voz del Padre Nápoli, Marlín, hijo de Raúl Conde, que tiene 18 años, su mama Marina Rezza, Armando Sepúlveda, el otro Huizapol, y Raúl Conde. Guion, dirección, libreto, montaje y edición fue realizada por Raúl Conde.
“Queremos aprovechar el estudio para hacer cosas muy buenas, ideas originales para hacer en audio, obras de teatro, lo podemos ampliar como vaya surgiendo las necesidades, las oportunidades irlo extendiendo. Estamos pendientes de ver qué otra cosa vamos a realizar, tomar los textos de los escritores sudcalifornianos y poderlos llevar al audio a los actuales escritores”.