La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Una de las historias más enigmáticas y sorprendentes se relaciona directamente con la llegada de los Tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar quienes viajarón desde lejós para conocer al hijo de Dios en el Portal de Belén, siendo el día 6 de enero festejado como el Día de Los Tres Reyes Magos al compartir una tradicional Rosca de Reyes, sin embargo estos tres regalos esconden un significado un tanto abrumador y siniestro. El señor Eduardo Gavito González compartio un poco de esta historia que encierran estos tres preciados regalos al hijo de Dios en la tierra.
“El incienso era considerado como un símbolo o señal de divinidad en un vínculo religioso de los templos sagrados donde tanto de día como de noche quemaban incienso con fines religiosos, el origen de la mirra es la más tenebrosa y escalofriante porque su significado esconde un recordatorio del tragico destino que sufriría el recién nacido hijo de Dios en la tierra, haciendo hincapíe hacía su muerte que estaba escrita en su destino donde este sacrificio salvaría a la humanidad de sus pecados”.
La mirra fue el regalo que el Rey Mago Melchor obsequío al recién nacido hijo de Dios siendo un recordatorio a su tenebroso destino, el cual es relacionado con la muerte así como utilizado para embalzamar s los cadaveres antes de su partida final, siendo la mirra un sacrificio donde Jesús dió su vida para salvar a la humanidad, para después poder brindarles la vida eterna absolviendo los pecados de sus fieles. Siendo la mirra una resina que en estado sólido estaba destinada a la embalsación de los cuerpos, el último ciudado y adios eterno a los muertos antes de ser enterrados. Una representación humana de Dios que llegó al mundo de los vivos para salvar a la humanidad de sus pecados.
Cuenta la historia de origen que a unos días del nacimiento del redentor hijo de Dios llegaron desde tierras lejanas tres hombres sabios que querían conocer al Rey de los Judíos
Cuenta la leyenda que a unos días del nacimiento del redentor hijo de Dios llegaron desde tierras lejanas tres hombres sabios que querían conocer al Rey de los Judíos, llevandole cada uno un regalo al recien nacido, El Rey Mago Baltasar le obsequío oro, Gaspar le dió incienso y Melchor le regalo mirra, unos regalos bastante extraños para un recién nacido. El oro simbolizaba un gran reconocimiento a su estatus real como el Rey de los Judíos, pertenenciente a su linaje sagrado, además de simbolizar pureza la cual no se podía corromper ni alterar, siendo un valor muy preciado, el incienso era una señal de su divinidad en una fé religiosa hacía el hijo de Dios entre los mortales en su imagen humana.
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“Hace más de 2000 años que el incienso tiene un uso para las celebraciones de tipo religiosas en una adoración a los dioses, siendo una sustancia que quemadá desprende un olor muy agradable al olfato, en este culto a la divinidad y la ofrenda, siendo algo sagrado relacionado con ciertos ritos religiosos y ceremonias. El incienso tenía un uso tradicional en las primeras civilizaciones donde el uso del incienso era todo un ritual sagrado remontándose a la antigúedad de los egipcios, usado en las clases más privilegiadas pero esto se extendió hacía todo el mundo. Muchas culturas fueron adoptando el incienso con propiedades curativas, ritos religiosos, para tener más paz, serenidad, tranquilidad, meditación, contemplación, para hacer yoga e incluso para eliminar malas energías tanto en los negocios como en las viviendas”.
