“¿Cómo será mi piel junto a tú piel…
cardo o ceniza?
¿cómo será…?”
Cerca de la costa mediterránea, en el sur de Francia, se encuentra la campiña verde que rodea Montpellier y que es peculiar.
Estamos en Occitane región que en su circunferencia guarda paisajes muy bellos. Llenos de vida y alegría.
Porque de por sí, solas las ciudades francesas son hermosas, vamos a recorrer Montpellier. Ahora que sus calles están vacías y las sombras de los turistas están por aparecer.
“Si he de fundir mi espacio frente al tuyo…”
Provincia ubicada en la región de Languedoc-Roussilon a una altitud media sobre el nivel del mar de 27 mts.
Montpellier en latín es a Monspessulauns.
Donde aún conservan la lengua occitana los más tenaces y suspicaces.
Es un lugar joven por sus médicos que hoy son venerados y apreciados en pleno Covid19. A saber que la facultad de medicina es la más antigua de Europa, fundada en 1220 por lo que sus batas de tonos blancos iluminan la ciudad.
Alrededor…
Las casas de piedra y tejas marrones muestran su esencia, la elegante sencillez de su presencia austera.
“¿Cómo será tu cuerpo al recorrerme…?”
Porque llegar es lo de menos, lo difícil es partir luego de tan ameno recibimiento de los montpellesinos.
Serán sus calles estrechas, o su algarabía de día la posible receta.
Me dieron caramelos… delicias que se llaman Grissetes, el color es diferente, su sabor es de especias inmaculadas.
Vamos en un moderno tranvía que recorre de punta a punta la ciudad, sin exagerar, tienen un buen gobierno a preservar.
Cuando amanece
Cuando cae el atardecer…
Cuando caminas sus andares… es sublime la presencia de sus estudiantes buscando una bagette o algo que comer, luego de la faena de jugar a salvar vidas.
Demos un respiro.
En el jardín botánico, o el jardín de las plantas un oasis inesperado.
“¿Cómo será tu cuerpo al recorrerme… cómo mi corazón si estoy de muerte…?”
Su arquitectura de piedra eterna deja entrever su vocación creativa y concreta hoy en el moderno edificio del ayuntamiento, al que le faltó cantera.
Sus ancestrales artesanos mantienen bellas las puertas y cerámicas de la ciudad, tan representativas e icónicas por su belleza y originalidad.
La gastronomía nos cuenta sobre sus tradiciones más entrañables a base de frutos del mar. Imperdible será visitar sus mercados para volver a probar el queso de cabra al igual que sus conchas y su fresco pescado.
Luego… avancemos a La Place de la Comedia, favorita, pues me recuerda a la Divina Comedia que hoy interpretamos, este es el sitio de encuentro, ahí donde está el carrusel. La plaza fue construida en 1755 y reúne lo mejor del cine y la ópera… de las artes, artes que inspirarán las exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo. Porque es la democracia el común denominador de su creación. Es cuando teatro, literatura y música se unen.
Y es a propósito de la soledad que hoy ocurre en Montpellier que podemos revivirla en un video.
Montpellier está flanqueada por el río Lez y Mosson, su escudo representa la fe, es un sitio rodeado de comunas que le da un aire de libertad, de pensamiento al pueblo.
El mar se encuentra a 9 km. Es la hermosa costa mediterránea donde llegar a la playa es facilísimo y divertido.
Esta ciudad medieval se funda en el siglo VIII; y su esplendor inicia por el comercio en el siglo XII. En 975 era capital del señorío Montpellier. Sitio donde hubo fuerte resistencia protestante.
En la Catedral de San Pedro te darán más información sobre esto.
Encuentra la puerta del Peyrou que es preciosa, fue construida pare el rey Luis XIV, pero finalmente es de todos, su circuito es interesante y digno de recorrer pues es como un parque.
Las calles de piedra y cantera nos conducen a la Fuente de las Tres Gracias, ahí suspira y pide tu deseo más eterno aun en un video.
“Pero… ¿cómo serán mis despertares…?”
Cardo y Ceniza/Tania Libertad