La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El Muelle Fiscal de La Paz es un lugar lleno de historia y de tradición, ya que es la puerta de bienvenida que el paraíso mismo le da al mundo, siendo así el impulso comercial que nos representa desde su construcción que inicio en el año de 1863. El mas a su vez quieto que con la ayuda del viento guardan miles de secretos y leyendas a su alrededor. Lugar por excelencia de fotos y videos que enmarcan perfectamente la torre ubicada a un lado construida en el siglo XX para dar aviso del mal tiempo y de las embarcaciones que iban llegando.

También muchos pobladores empezaron a correr el rumor que en la madrugada se podía ver una sombra negra que subía y bajaba de la vieja torre, ya que un antiguo trabajador había fallecido y se trataba de su alma que no quería descansar.

MUJERES SIN RASTRO

El Muelle fiscal no solo era el punto de reunión de los ciudadanos, sino también lo fue el sitio de búsqueda de una joven que desapareció sin dejar rastro alguno y que apareció con vida 26 años después. Corría el año de 1884 y a su vez el mes de diciembre donde todo era fiesta y fervor para los pobladores del municipio de La Paz. La llegada de embarcaciones con miles de productos que serian vendidos hacia que creciera toda expectativa pues la zona centro era sin duda el punto de referencia para el comercio que iba en acenso.

Un dato muy importante de esta historia es que solo una vez desde que fue construido ha estado cerrado ya que la desaparecida era hija de un político muy importante de la época, mismo que movía cielo mar y tierra con sus influencias para que se buscara en cada rincón, hecho que no obtuvo resultados.

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Por otro lado, también en el año de 1918 la llegada de una joven de belleza deslumbrante dejo mucho que desear no solo por su aspecto físico, sino también por la forma en que desapareció ya que al momento de que sus baúles iban a ser revisados en aduana y migración su nombre resalto por lo alto ya que se trataba de una mujer que era buscada por la justicia de Rusia, misma que había escapado pues tenía una orden de aprehensión.

Al momento de que se dio aviso a las autoridades la delgada y a su vez escurridiza joven se dio a la fuga, sin que nadie pudiera aportar datos importantes de su paradero. Solo quedaba un recurso, vender los baúles para poder comprar espacio en los periódicos y a su vez hacer propaganda con papeles que pegarían en toda la ciudad, los tres baúles que había dejado en el lugar de los hechos fueron subastados, siendo adquiridos por una familia de la localidad del Triunfo. La gente siempre ha contado que esos baúles tenían mucho oro y joyas y por ello estos mismos habían huido de la ciudad, al igual que la bella joven.