La Paz, Baja California Sur.- Vuelve a La Paz la idea maniquea de cómo las mentes conservadoras –o en el mejor de los casos los peyorativos- hacen alusión al carnaval como la fiesta de la carne. Éste es un adjetivo que año con año se escucha y nos pone sobre aviso como si se tratara de la llegada de una orgía romana, una bacanal. Y todo se queda en una mera apreciación a distancia.
Junto a la llegada de la fiesta hacen su aparición los espíritus chocarreros que hacen contrapeso al destape total de la fiesta: las muestras de la poesía, el teatro, la literatura en general, están presentes para permitir a bellas damitas ceñir la corona que las identifica como reina o princesa. Una oda a cada una de ellas es muestra suficiente de que el carnaval, entonces, no es sólo un derroche de ideas malsanas: es el arte, sólo frente a él mismo; derrocha simpatía e ideas nuevas en un verso, una línea, una palabra, que hace que el carnaval trascienda por este hecho de apariencia sin importancia para convertirse así en un festival nocturno de risas y miradas furtivas, como lo hubo explicado Bakhtine en su texto teórico sobre la menipea.
En diversos espacios de la ciudad se dejan ver antifaces, disfraces, maquillajes y serpentinas que hacen que la vida se convierta en un carnaval diurno y nocturno. Tal es el caso del Centro Cultural “Roger de Conynck, A.C.”-ALF, que presenta –hasta el día 14, fecha de fin del carnaval- una exposición de artistas fotógrafos venecianos que han reflejado la riqueza de la magia del maquillaje, el traje y el antifaz. El color y la variedad dan a esta muestra de fotos una atmósfera de magia, de artificio dentro de la vida cotidiana de aquella ciudad italiana. Coordinados por el artista Atilio Puru y Fulvio Royter, los trabajos de fotografía se abren a la dimensión de la mirada, en búsqueda de una complicidad para encubrir, de nuevo mediante el maquillaje o la máscara, el secreto de la belleza oculta por un antifaz.
La Alianza y el CCRDC se suman a la algarabía de esta festividad nacida en el siglo XVII, allá en la legendaria Venecia, mediante esta mezcla de imágenes e ideas en pos de trascender el efímero instante de una noche de carnaval. Cada esquina, puente, callejón o canal veneciano oculta los secretos de una noche en donde el arte por el arte no requiere de ningún otro ornamento para decirle al mundo la felicidad que alberga esa ciudad al recibir a miles y miles de turistas que buscan la diversión, en el placer de un instante efímero, las noches de Venecia.
Los rostros ocultos, enigmáticos, nos vuelven a la magia de la Edad Media, cuando en un momento los seres transformaban su idea, pensamiento e imagen, mediante la magia del disfraz.
El CCRDC-ALF muestran una colección plena de belleza y de misterio a través de los creadores de máscaras procedentes de la legendaria Venecia, así como de las fotos, que han mostrado al mundo la riqueza de la imaginación de los fantasmas, de las leyendas, de los seres míticos que pueblan los callejones venecianos, en busca de una mirada cómplice y de una sonrisa aprobatoria de que durante el carnaval, todo se olvida para entregarse al desenfreno de la felicidad en una noche inagotable.
