Para la mayoría de las personas el Año Nuevo es sinónimo de celebración y alegría, sin embargo hay quienes no la pasan tan bien en estas épocas.
De acuerdo con especialistas de la salud mental, está comprobado que durante esta época las personas hacen balances acerca de los logros de cada año, pero también de los fracasos o momentos que no fueron muy gratos y quizás esto sea una de las causas por la que muchos terminan tristes o cambian de ánimo.
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Si bien no suele tener mayores consecuencias, sí se debe estar atento cuando la depresión o el carácter cambian demasiado y la persona comienza a tener un comportamiento errático que puede poner en riesgo su bienestar.
Factores que favorecen la depresión.
Una pérdida importante, como el fallecimiento de un familiar, amigo, mascota o ser querido puede poner triste y melancólica a la persona y más aún a fin de año.
Para muchos individuos los días previos a las celebraciones implican estar ocupados todo el tiempo sin preocuparse por sus responsabilidades cotidianas, pero volver a la rutina puede ser un golpe duro.
La carencia de recursos económicos, así como el estrés que se acumula durante los preparativos puede desencadenar un problema de este tipo, al igual que los desafíos que deben desafiarse en el nuevo año.
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No todo el mundo tiene familiares y amigos que les rodean, son muchas las personas que sufren soledad y no suelen compartir estos momentos.
La depresión no debe ser vista como un tabú ni mucho menos como algo poco natural: lo importante es tratarla si sus síntomas empeoran y prepararse para enfrentar el nuevo año de la mejor manera.