La Paz, Baja California Sur.- Cada 28 de junio, se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, con motivo de exigir y reconocer los derechos de la comunidad LGBTQ+.
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Tal día, pero de 1969, sucedió un movimiento histórico, en el cual se conmemoran los disturbios de Stonewall; una redada policial suscitada en un bar ubicado en un barrio de Nueva York, en Estados Unidos. Momento en el que la comunidad LGBTQ+ sufría acoso homofóbico en dicho lugar, al grado de intentar arrestar a más de 200 personas.
A partir de tal acontecimiento, protestas y movilizaciones comenzaron a realizarse en diversas entidades de México y del mundo, incluyendo la capital del estado sudcaliforniano. Por eso, Brittany Talamantes cuenta a El Sudcaliforniano cómo fue su experiencia tras haber participado en la primera marcha LGBTQ+ en La Paz.
¿QUIÉN ES BRITTANY?
“Bueno. Mi nombre es Brittany Talamantes, soy transformista desde 2009 y manicurista. Comencé a poner gelish más o menos desde 2008, pero dejé de trabajar en las uñas un tiempo, porque me metí a lo del transformismo y no me daba tiempo”.
¿Transformista?
“Así es, soy imitadora de artistas profesionalmente de 2010 en adelante. Nada más que, de unos años para acá, dejó de ser el nombre “travestis” o “imitadora de artistas"; ahora le pusieron otro nombre y ya le pusieron el nombre de transformista”.
¿Tuvo algunos estudios o estuvo preparándose en un lugar en específico?
"Aprendí viendo a mis compañeras y a más colegas transformistas; desde aprender trucos de maquillaje, a ponerse la peluca, arreglar los bodys, todo eso... Vas aprendiendo a como va pasando el tiempo, y vas conociendo personas porque le vas agarrando a cada persona detallitos".
¿Y cómo fue que despertó su interés por ser transformista?
"Yo llegué de Tijuana en el año 2007. Viví solo ocho meses atrás… Vi un anuncio en el periódico; decía que ocupaban travestis y bailarines para un antro gay que se iba a abrir. A mí siempre me ha gustado bailar, y fui a una entrevista de trabajo para entrar. En ese entonces yo todavía no era trans, y fui y según iba a entrar para ser bailarín; pero uno de los dueños me preguntó que si no me animaba a vestirme de chica para hacer el opening, el inicio de un show”.
“Y por lo regular salen bailarinas, ya sea con plumas, o bailarines hombres y eso... Y me dijo que si no me animaba, y yo le dije que sí. Yo ya andaba en eso de andar queriendo ser trans, así que acepté. Y una cosa me llevó a otra; me dijeron que si no me animaba también a ser algún artista y yo les dije que sí, y me animé".
¿Quién fue la primera artista que interpretó?
"Mi primera artista que imite fue a Ivy Queen, fue como en 2007, 2008; y ya después me iba con uno, que era compañero de ahí, a trabajar a reuniones, y me fue gustando… Y ya fue que en mi casa se dieron cuenta a lo que me dedicaba. Porque yo decía una cosa, y hacía otra…"
En ese entonces, ¿con quién vivías?
Yo vivía con mis papás. En la misma casa y todo.
¿Cómo se dieron cuenta cuando recién comenzaste a trabajar como transformista? Y, ¿cómo lo tomaron?
“Yo estaba dormida… En ese tiempo se usaban las cámaras digitales, y dejé la cámara a un lado de mí, yo estaba bien dormida... Y mi papá la agarró y comenzó a revisar las fotos; le llamó a mi mamá y le enseñó las fotos, pero no se molestaron, no me cuestionaron. Nada más me dijeron "ya sabemos a lo que te dedicas". Y ya, hasta ahí, pero no, no un enojo o un rechazo de parte de ellos. Al contrario, siempre me han apoyado".
¿Cuándo y en dónde te presentaste por primera vez?
“Sí… De hecho ellos a veces van a los eventos y me ven… Mi primera presentación de show fue en un lugar que se llamaba “La Jaula”, en 2007. En la calle Marcelo Rubio, esquina con Sonora. En la colonia Pueblo Nuevo”.
Brittany, cambiando un poco de tema… Me comentaron sobre tu participación en la primera marcha del orgullo LGBTQ+ en La Paz. ¿Qué recuerdas de ese día?
“Fue como en 2008 o 2009. En ese entonces yo acababa de iniciarme en el mundo del transformismo, y un excompañero de ahí fue el organizador de la primera marcha del Orgullo, Gael Romero. Y, como nos juntábamos todos, se comenzó a tocar el tema de la primera marcha... Todos motivados y contentos de querer participar, nos pusimos entre todos a organizarnos y a preparar los vestuarios que íbamos a sacar; compramos plumas y todo lo que íbamos a usar”.
“Esa vez nos reunimos por el restaurante La Estela, por la Márquez de León; terminó hasta el seguro viejo, por el malecón. Y fíjate que la aceptación de la gente fue muy buena, no hubo gente que.. ¿Cómo te diré? Que nos echara cosas o que nos gritaran; aparte íbamos con una vestimenta, pues no vulgar. Uy, y, ese año, hubo una bandera grandísima del Orgullo, muy grande”.
Excelente, ¿y cómo te vestiste para la marcha?
“Yo me hice un penacho con plumas; el traje fue color verde limón con verde bandera y azul rey. Llevaba como una pantiblusa, color negro de terciopelo, y me hice un cintillo verde con azul, y verde bandera… Yo me lo hice, junto con el penacho”.
¿Cómo fue que surge esa motivación de marchar en La Paz?
“Yo digo que por Gael, el organizador, quien siempre se ha dedicado a lo de la farándula y el espectáculo; ha trabajado con personas LGBTQ+ y tiene muchas amistades. Se ha de haber motivado ahí. De hecho, creo que en Los Cabos, ya se había realizado un año antes”.
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¿Y en La Paz sí se juntó mucha gente?
“Para ser la primera marcha del Orgullo, sí hubo una cantidad buena de personas de la comunidad. También había personas, amigos de nosotros, que no eran de la comunidad. Hasta mis papás fueron, yo los invité. Sus amigos también fueron. Me tomaron fotos y fueron al desfile; fue un día muy bonito… Obviamente hubo personas que yo conocía y no participaron. ya en la segunda fue cuando hubo más participación de personas. Pero la gente a ver, en la primera marcha, fue mucha”.
Brittany, qué bonito. Hoy en día, ¿piensas que el ambiente en las marchas LGBTQ+, aquí en La Paz, ha cambiado?
“Falta avanzar más entre nosotros de la comunidad LGBTQ+, porque entre nosotros, siendo realistas, no hay respeto. No hay verdad. Falta ser unidos, porque ir a una marcha es ir a criticar, ir a… No, no, no. Debemos respetarnos entre nosotros para que la gente nos respete. Antes, éramos más unidos en las marchas”.