La Paz Baja California Sur.- A pocos metros del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, se encuentra una casa con la imagen de la Virgen de Guadalupe, conocida como la “Virgen de la Serdán” o la “Virgen de los Borrachos”, la cual se adorna desde 1965.
Se embellece la imagen de la Guadalupana en la vivienda, de madera color café, ubicada en el número 2735 de la calle Aquiles Serdán, casi esquina con el Boulevard 5 de Febrero, y se colocan bocinas para alegrar las peregrinaciones que se dirigen al Santuario.
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Ramón Álvarez, dueño de la casa, confiesa ser devoto de la Guadalupana desde hace 59 años. “Nosotros comenzamos a adornar la imagen, poniendo música y bocinas en 1965, y hace 12 años reemplazamos la imagen original por una mucho más grande”, explicó.
¿Por qué se llama “Virgen de los Borrachos”?
Este apodo se debe a que, cada año, los peregrinos y penitentes llegan para pagar sus mandas con veladoras y flores, pedir favores o simplemente para agradecer los supuestos milagros que han recibido gracias a ella. Esto porque algunos aseguran que han logrado superar adicciones a las drogas o al alcohol gracias a su intercesión.
Testimonios de personas que aseguran la virgen les hizo milagros
Uno de los testimonios relata que, un 12 de diciembre, un trailero proveniente de Tijuana llegó para dar gracias. Según contó, un día, al pasar con su tráiler y ver la imagen, le pidió que lo ayudara a dejar la adicción a las drogas, y su pedido fue escuchado. En agradecimiento, le llevó flores.
Otro testimonio narra la historia de una mujer que llegó desde San Juan de la Costa con su hija gravemente enferma. Al llegar a La Paz, recordó la imagen de la Virgen de la Serdán y le pidió que sanara a su hija.
Cuando llegaron al hospital, los doctores sorprendidos informaron que la niña estaba en perfecto estado de salud. En agradecimiento, la madre llevó dos veladoras a la virgen.
En otra ocasión, una mujer acudió para pedir por su padre, quien intentaba suicidarse debido a sus deudas. Gracias a la intervención de la guadalupana, el hombre ganó la lotería y pudo saldar sus deudas. En agradecimiento, la hija llevó flores el 12 de diciembre.
El dueño de la casa también cuenta cómo sanó a su hija Manuela hace 30 años, cuando sufrió una hemorragia posparto que no cesaba. Él estaba sentado frente a la imagen cuando recibió una llamada de su yerno, quien le informó que su hija estaba agonizando.
Él respondió: “Sí hay esperanza, aquí está la virgen; me vas a llamar en 5 minutos para decirme que el sangrado ha cesado”. Efectivamente, poco después recibió la llamada y le dijeron que el sangrado había parado milagrosamente.
Manuela, quien había estado agonizando, le contó que, mientras sufría, una mujer vestida de blanco le tocó las piernas y le dijo: “No te preocupes, no morirás, sanarás, no tengas miedo”. Fue el 20 de noviembre de 1994, y para el 12 de diciembre, su hija ya estaba dándole gracias por su milagrosa sanación.
Ramón también menciona que lo sanó de osteoporosis, una enfermedad de la que su padre había muerto. Después de someterse a varios estudios, su médico lo desahució, pero él le pidió, en el mes de abril, que lo sanara para mayo y, en agradecimiento, le construiría una capilla.
Sorprendentemente, su pedido fue concedido, ya que, después de los estudios, cuyos resultados fueron normales, le construyó la capilla tal y como lo había prometido. Recientemente, esa capilla tuvo que ser demolida para ser reconstruida.
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El párroco del Santuario, Pablo Gómez Beas, invitó a los feligreses a no ser excesivos en sus mandas a la Virgen de Guadalupe. Mencionó que muchas personas se autoimponen mandas muy duras, como caminar desde otras localidades durante varios días, pidiendo la intercesión de la Virgen.
"Sin embargo, Dios nos ama y no se necesita autoimponerse ese tipo de penitencias", finalizó.