Luis Domínguez Bareño
Secretario de CAHEL
La Paz, Baja California Sur.- La nieve es una forma de precipitación de pequeños cristales de hielo y necesita ciertas condiciones para que se pueda dar, como una temperatura ambiente inferior al punto de congelación (menos de 0°C) combinado con un sistema de nubosidad importante. Si tomamos en cuenta que en nuestra desértica península es difícil que se presenten lluvias, pues resulta un tanto más difícil tener una nevada, aunque no imposible.
Cada año se dan nevadas en la parte norte de la península, sierras como San Pedro Mártir o la sierra Juárez en el municipio de Ensenada todos los años presentan fuertes nevadas durante los meses de invierno, también se tienen nevadas en La Rumorosa, sierra más cercana a la ciudad de Tecate.
REGISTROS DE NEVADAS EN BCS
De acuerdo con Luis Domínguez Bareño, secretario de CAHEL(Californios Amigos de la Historia y los Estudios Locales), específicamente en Baja California Sur hay registros de algunas muy cortas nevadas en el volcán de Las Tres Vírgenes, cerro de La Reforma y la sierra San Francisco en Mulegé, así como en la sierra La Laguna entre La Paz y Los Cabos, indicando que éstas se han dado muy esporádicamente y en algunos de estos lugares se tienen más de 30 años sin reporte de nevada alguna.
"La última nevada de la que se tiene registro fue en 2004 en la sierra de San Francisco. Estos datos son muy vagos, incluso han sido transmitidos por historia oral, sin tener un referente certero de las nevadas que se han dado en esta zona peninsular", refirió, mencionando que acudiendo a documentos se topó con una información sobre nevadas en la península; el dato se encuentra en el libro “Historia de la Antigua o Baja California” del religioso jesuita Francisco Xavier Clavijero (1721-1787). "Me llama la atención porque Clavijero afirma que es la primera nevada que se ha visto en toda California", citó, habiendo observado que durante los últimos años de dichos misioneros en California ya habían comenzado la expansión de las misiones hacia el norte.
De acuerdo con su investigación y datos obtenidos, Domínguez Bareño considera que los jesuitas no habían tenido oportunidad de ver las nevadas por no estar cerca de los lugares donde se puede apreciar este fenómeno.
"En 1728 se había fundado la misión de San Ignacio, la cual era la más norteña. Hasta 1752 se fundó la que le siguió, que es la de Santa Gertrudis la Magna y se encontraba unos 10 kilómetros al norte del paralelo 28. Tomando en cuenta que las zonas donde tradicionalmente se han presentado nevadas en el hoy estado de Baja California Sur, volcán de Las Tres Vírgenes y Sierra de San Francisco, se infiere que los jesuitas, al no tener establecimientos misionales en la zona, no pudieron registrar alguna posible nevada que seguramente se dio durante la primera mitad del siglo XVIII", aludió.
Finalmente, dijo que es de ponderar la sobresaliente labor que dichos religiosos hicieron por la península de California durante el siglo XVIII.
"Sin su presencia difícilmente tuviésemos referencias sobre los fenómenos naturales que se dieron en nuestra península durante ese siglo. Muchos de ellos, aparte de su labor religiosa, fueron exploradores, naturalistas, agricultores, ganaderos, científicos, constructores, navegantes, etc. Nos dejaron, además de esta valiosa información, los primeros establecimientos poblacionales en lo que hoy se denomina la Baja California. Una rica herencia que, pese a todo, aún se encuentra en nuestras manos, a la vista de nuestros ojos en lo largo y ancho de los desiertos y sierras peninsulares donde palpamos los vestigios de su valiosa presencia, la cual merece conservarse", concluyó.