La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Una de las personalidades más importantes y renombradas de la península de Baja California Sur, es sin duda el profesor y poeta Néstor Agúndez Martínez, quien en todo momento defendió sus ideales para seguir dándole un valor agregado a cada una de las personas, pues siempre pensó que el conocimiento es la base que se tiene por excelencia para poder seguir en el camino, siempre orgulloso de sus raíces y de sus cimientos, Todos Santos, fue la tierra que lo vio nacer y crecer.
Era un hombre cabal, sincero, amistoso que estudio en la Escuela Normal Superior del Estado de Nayarit en 1960 y que al momento de finalizar sus estudios nunca se olvido del sitio que lo vio nacer y sobre todo de sus amigos, ya que al momento de recibir por parte del Gobierno del Estado de BCS la medalla “Rosaura Zapata” por sus 30 años de servicio no dudo en quitársela y ofrecérsela a su querida y entrañable amiga Columba Salgado quien fue quien le ayudó a definir su vocación.
El profesor Néstor Agúndez Martínez falleció a los 83 años de edad en su natal y tan amado Todos Santos, hoy en día si estuviese vivo contaría con 96 años de edad.
APASIONADO Y AMANTE DE SU TRABAJO
La fascinante y larga trayectoria que tiene el todosanteño es digna de admiración pues el Centro Cultural Profesor Néstor Agúndez tuvo su origen en la Casa de la Cultura de Todos Santos, la cual a su vez fue construida en terrenos de la Casa del Estudiante e inaugurada un 6 de octubre de 1978. Ese edificio funcionó como Casa de la Cultura durante 18 años en los cuales bajo su dirección tenía ese sello apasionado que imprimía en todo momento ya que logro conjuntar y exhibir un pequeño museo con una amplia colección de objetos antropológicos, históricos, pictóricos, documentales y artesanales que representaban la historia y la vida cultural de esta comunidad.
Por ello Gilberto Ortega Avilés del Archivo Histórico Pablo L. Martínez quien es egresado de la carrera de Filosofía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur nos habla del maestro con admiración y respeto ya que además de sus logros profesionales y personales era un fehaciente creyente en las historias y leyendas sudcalifornianas, principalmente de Todos Santos mismas que promovía en todo momento, incluso el mismo apoyo en la participación de espiritistas en el Centro Cultural que lleva su nombre, pues deseaba darle paz y tranquilidad a un niño que hasta la fecha se sigue apareciendo, ya que al parecer el ánima falleció en el sitio cuando este era un cuartel militar.
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Actualmente los empleados del Centro Cultural se llevaron una gran sorpresa pues apareció una extraña huella humana la cual han querido limpiar pero es imposible. La curiosidad se ha despertado entre los residentes de Todos Santos pues a su vez sirve como pretexto para ir a ver también las exposiciones y si se tiene suerte tal vez se topen con los inofensivos espectros.