La Paz, Baja California Sur. – Un retrato casi olvidado del siglo XVII revela la mirada joven de Juan María de Salvatierra, el misionero jesuita que, desde su arribo a las costas de California, dedicó su vida a la conquista espiritual de la península.
Este 15 de noviembre se conmemoran 376 años de su natalicio, recordando su legado perdurable. La imagen, conservada en el Archivo Histórico Pablo L. Martínez, muestra al hombre que fundó la Misión de Nuestra Señora de Loreto en 1697, el primer asentamiento colonial de la región.
Su historia es una de fe, perseverancia y un compromiso inquebrantable por transformar una tierra inhóspita en un lugar de encuentro y desarrollo.
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Nacido el 15 de noviembre de 1648 en Milán, Italia, Salvatierra se unió a la Compañía de Jesús después de completar sus estudios de teología, con una visión clara: llevar el catolicismo al territorio inexplorado de la Nueva España.
Tras su arribo en 1675, recorrió más de un tercio del virreinato hasta llegar a la inhóspita California, hoy Baja California Sur en 1697, donde estableció un nexo entre los pueblos originarios y la fe cristiana.
Junto con el padre Eusebio Francisco Kino, Salvatierra logró la licencia para evangelizar la región, pero él sería quien dirigiera los esfuerzos iniciales de una colonización pacífica en California.
Primera misión de las Californias
Con la fundación de Loreto, Salvatierra instauró la primera misión formal de las Californias, dando inicio a un ambicioso proyecto de colonización y evangelización que se extendió por más de dos décadas.
Durante ese periodo, según textos de la época, se enfrentó a la hostilidad del terreno, las constantes rebeliones indígenas y la falta de apoyo de las autoridades virreinales. Logró mantener el proyecto gracias a los donativos de benefactores que compartían su visión misionera.
Además de sus esfuerzos religiosos, se destacó como explorador y geógrafo, realizando expediciones al río Colorado y detallando la geografía de la península. Fue precursor de los caminos y rutas que hoy comunican la media península.
La obra de Salvatierra marcó un precedente para el desarrollo de la península de Baja California, y el legado de sus esfuerzos trascendió al ámbito de la salud.
¿Cuándo se fundó el primer hospital Salvatierra?
En 1889, más de un siglo después de la muerte del misionero en Guadalajara, el entonces gobernador del Distrito Sur de la Baja California, Bonifacio Topete, decidió honrar su nombre al iniciar la construcción de un hospital que atendiera a la creciente población de La Paz.
Así nació el Hospital del Distrito, conocido como Juan María de Salvatierra, un testimonio a la labor humanitaria del misionero que había sido “el primer gran benefactor” de la tierra sudcaliforniana.
Los registros del Archivo Histórico Pablo L. Martínez narran cómo la construcción del hospital fue posible gracias a la solidaridad de los habitantes de La Paz.
Ciudadanos adinerados y actos benéficos, como funciones de circo, zarzuela y ópera, contribuyeron a la adquisición del instrumental médico necesario y al pago de salarios del personal de salud, relata el historiador Sealtiel Enciso Pérez en uno de sus artículos.
Narra que el 14 de julio de 1890, el hospital abrió sus puertas en una gran ceremonia, contando con dos salas y una capacidad para atender a diez pacientes.
El doctor Santiago O. Biruete, junto con los doctores Manuel M. Hidalgo, Valeriano Estrada y Federico Cota, fueron los primeros en prestar sus servicios.
Historia a través del tiempo
Durante el mandato del general Juan Domínguez Cota, en 1932, se ampliaron sus instalaciones y se dotó al hospital de equipo moderno, incluyendo cincuenta camas y dispositivos médicos de vanguardia para la época.
Su ubicación hasta finales de los años cincuenta fue la calle Francisco I. Madero, entre Juan María de Salvatierra y Manuel Torre Iglesias, en la colonia El Esterito.
Posteriormente, ocupó el inmueble ubicado en Virginia Peralta y Calle del Álamo, en la colonia Burocrática. Actualmente, este edificio alberga el Centro de Internamiento y Tratamiento para Adolescentes (CITA). Durante este lapso de tiempo, las autoridades del Sector Salud abandonan el nombre de este nosocomio y simplemente lo designan como “Hospital General de la SSA”.
Su tercera ubicación, en los años sesenta, fue cuando se trasladó al inmueble que ocupaba el hospital antituberculosis "Roberto Koch", ubicado en las calles Primo de Verdad y Nicolás Bravo y pasaría a llamarse “Benemérito Hospital General Juan María de Salvatierra”.
Este llegó a funcionar como hospital escuela a partir de 1963, egresando de él más de 800 médicos y 300 especialistas.
El 15 de junio de 2010, en el mandato del gobernador del estado, Narciso Agúndez Montaño, se inauguraron las actuales instalaciones en donde labora desde esa fecha el Benemérito Hospital, en Avenida de los Deportistas, entre Luis Barajas M. y Misioneros Combonianos.
Actualmente, se trata de un complejo hospitalario que ofrece servicios médicos de alta calidad a los habitantes de Baja California Sur y cuenta con el resonador magnético más avanzado de la entidad, adquirido por el gobierno estatal por 22 millones de pesos.
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Entre los médicos que marcaron la historia del hospital destacan Enrique Von Borstel Labastida, Francisco Cardoza Carballo y Raúl Antonio Carrillo Silva, conocidos por su trato cálido y profesional hacia los pacientes.
Con más de un siglo de historia, el hospital ha sido testigo de los cambios y retos en la atención a la salud de la región, manteniendo siempre el espíritu humanitario y de entrega que caracterizó al misionero que le da nombre.
El pasado 14 de julio se conmemoró el 134 aniversario de fundación del Hospital Salvatierra. Es así como el legado de un hombre que, hace más de tres siglos imaginó una California transformada por la fe, perdura en la perseverancia y el cuidado de los más vulnerables.