Los Cabos, Baja California Sur.- La tirolesa y el rapel son aventuras extremas que los turistas no se quieren perder, actividades en las que el 70% de los usuarios son extranjeros y el 30% nacionales, incluyendo locales.
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El boleto para la ecoaventura en Canopy Costa Azul Ziplines incluye un recorrido completo, con siete líneas de tirolesa, todas tensadas sobre el cañón de Costa Azul. La más corta tiene 120 metros de largo y la más larga 450 metros, con una altura máxima de 120 metros.
Dentro de la actividad se contempla cruzar un puente colgante de 25 metros de largo, que lleva a una roca utilizada para el descenso en rapel. Esta actividad se realiza sobre una pared vertical con cuerdas y equipo especializado, como arneses y guantes de seguridad, garantizando una experiencia 100 % segura y sin impacto en el medio ambiente.
Para poder garantizar la seguridad en esta actividad extrema, se verifica el equipo diariamente, permitiendo a los participantes divertirse sin riesgos.
Patricia Rodríguez, gerente de relaciones públicas y marketing de la compañía, explicó que la seguridad es lo más importante para ellos “Después de 16 años ofreciendo esta ecoaventura, mantenemos un récord de cero incidentes”.
Rodríguez señaló que esta fue la primera compañía de tirolesa en abrirse en Los Cabos, ubicada a la entrada de San José del Cabo.
“El objetivo de los dueños al crear el parque era justamente preservar el cañón lo más intacto posible, ofreciendo una actividad extrema para que los visitantes disfruten tanto del paisaje desértico como de la experiencia de volar”, comentó.
LÍMITE DE EDAD
No existe un límite de edad, aunque la edad mínima es de siete años. “Recientemente, tuvimos una clienta de 83 años que vino con sus nietos, y no dudó en completar todas las tirolesas, excepto el rapel”.
La temporada especial para realizar estas actividades son las vacaciones de invierno o verano, cuando la mayoría de los visitantes son familias, con edades desde los siete años hasta abuelos de cualquier edad. Fuera de temporada, el margen de edad de los visitantes va de los 25 a 45 años.
Se mantiene un límite de 120 clientes por día, divididos en tres salidas. “Nuestro flujo de clientes es pequeño comparado con otros operadores de tours. En cuanto a los visitantes nacionales, el porcentaje también varía según la temporada. Por ejemplo, en vacaciones de verano o Semana Santa, la mayoría son nacionales. Si se puede dividir, diría que el 30 % son nacionales, sumando a los locales, y el 70% extranjeros”, explicó Rodríguez.
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Los operadores manejan tarifas preferenciales para locales, siempre y cuando presenten su credencial con dirección de uno de los cinco municipios del estado: Loreto, Comondú, Mulegé, La Paz o Los Cabos. El costo para los locales es de 700 pesos por persona durante todo el año.
En cambio, un extranjero paga 99 dólares por persona. Rodríguez explicó que tienen varios canales de recepción de clientes, como aquellos que llegan a través de la modalidad de tiempo compartido y buscan actividades como el ATV y la tirolesa, que son las más populares.
Durante el verano, debido al calor extremo, la altura y el esfuerzo físico al caminar sobre las rocas y escalar, es común que los visitantes se deshidraten. Por eso, el circuito cuenta con estaciones de descanso y tres puntos de hidratación con agua purificada. No se utiliza agua embotellada para evitar generar residuos, sino conos de papel biodegradables para que los visitantes puedan consumir el agua.