Guardo un minuto de silencio por las víctimas inocentes en la guerra Israel-Palestina, en mi ofrenda estarán presentes.
Porque…
El Día de Muertos celebración única de México, es una tradición prehispánica que significa renacimiento.
Observo en la carretera las cruces...las cruces representan en este viaje flores de cempasúchil, mosaicos e inscripciones, y son una celebración a la muerte.
Es en Michoacán donde las representaciones afloran más, pues es su epicentro, la fecha de 1 y 2 de noviembre cuando acuden millones de locales y turistas para no perderse la fiesta y peregrinar.
Sus calles empinadas y empedradas se llenan de flores moradas y naranjas, arreglos y coronas, ofrendas, mientras sus habitantes recorren las calles de olor a inciensos, convencidos de que todo ello, ayudará a sus difuntos a llevar mejor su paso al más allá.
Para el mundo esta celebración es uno de los eventos más relevantes del patrimonio universal como una de las representaciones culturales y antiguas de mayor fuerza en los grupos indígenas de nuestro país, acontecimiento con enorme valor ya que es el encuentro anual entre las personas que celebran a sus antepasados.
Las tradiciones mexicanas se alimentan de fe, sueños, humor, creencias y rituales… Es el Día de Muertos una de ellas, y cuando se celebra a los que ya no están pues es su recuerdo en el corazón, así como sus gustos en la tierra con lo que los revivimos. Puro ingenio.
Como en las calaveras que comemos con los nombres de amigos vivos o muertos recordándolos.
En el mundo prehispánico la muerte no tenía connotaciones morales o religiosas, como el infierno o paraíso, castigo o premio, aunque se creía que ir al Omeyocan, el hogar del Sol, sí era un privilegio, y era para los guerreros de la vida, los que morían en combate, un privilegio que se consideraba desde entonces. Las mujeres que morían en parto también lo habitaban pues eran guerreras, así que el sol las tomaba por compañeras en reconocimiento a su valentía.
Los que morían en el agua o ahogados iban al lugar de Tláloc el dios de la lluvia, un sitio relajante pero no tan feliz como el anterior.
El siguiente nivel era un cuarto obscuro, donde se iba a descansar sin ver la luz ni poder salir.
Parte del ritual es montar una mesa o altar llena de color, con papel picado y flor de cempasúchil que representa la luz, fotografías, calaveritas de dulces típicos como chocolate, amaranto, o gomitas con comida típica, platillos que disfrutaban en vida los difuntos y el tradicional y exquisito pan de muerto.
La UNESCO declaró recientemente patrimonio "inmaterial" de la humanidad a estas festividades.
Desde las etnias purépecha, mexica y maya, la fiesta del Día de Muertos era presidido por la diosa Micteacíhuatl, conocida como la dama de la muerte, de quien se inspiró el gran artista José Guadalupe Posada para crear la famosa Catrina, premiada, reconocida y reproducida en todo el mundo.
La muerte es un símbolo emblemático de la cultura mexicana, al celebrarse o llevarse al sarcasmo, como es el caso de las calaveritas de dulce o chocolate inscritas con el nombre de vivos y muertos lo que causa admiración, y también temor en otras culturas por generaciones, así se han generado creencias diversas entorno a la muerte desarrollando nuevas tradiciones.
Preservar su dimensión estética y cultural es nuestra responsabilidad como mexicanos.
Tradición a honrar es el día de muertos, porque es parte de nuestra identidad, y la identidad es la fuerza que mueve nuestra existencia. Celebremos... aunque sea comiendo delicioso pan de muerto y calaveritas.