Entramos en un nuevo circuito o circunstancia: El aislamiento por Coronavirus. Por ello decidí escribirles sobre un método de sobrevivencia. La resiliencia.
“La resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes”. Definición de la Academia.
El reto es enorme, pero a grandes males, soluciones extraordinarias. Es el mantra. La imaginación es un factor indispensable.
Sacar lo mejor de nosotros nos ayudará a mantenernos sanos, y con ello poder ayudar a nuestro entorno, ayudar, no dar problemas, eso, en sí, nos hará sentir más esperanzados.
La recomendación para quienes cuentan con sus sueldos, o un ingreso estable, es que no sucumban al miedo, y seguir gastando de manera habitual, por ejemplo, en la persona o personas que nos apoyan en los trabajos domésticos, pero sin que trabajen, que mejor se resguarden. Tenemos el tiempo suficiente para hacerlo nosotros mismos y puede ser un gran aprendizaje para nuestros hijos e hijas.
Además de la voluntad y humildad espiritual que requieren esas tareas, algo que será aleccionador.
La persona que limpia puede seguir haciendo labores de costura, lavado y planchado en su domicilio, y luego solo entregarlo. Podemos pagarles trabajos por adelantado.
Otra recomendación a quienes tienen el hábito de comer fuera o comprar comida es seguirlo haciendo a domicilio. Es algo que ya estaba presupuestado. Lo mismo con tienditas, compras por catálogo, limpieza de zapatos, compra de periódicos, mercado, super, mercerías, boutiques, cafés y todo lo que estamos acostumbrados a consumir, a comprar. Las redes nos permiten comunicarnos a esos lugares o las personas y encargar la compra.
De aumentar los casos de Coronavirus, se puede dejar el dinero en una canasta en la puerta o jardín y recibir la mercancía de la misma manera sin tener contacto.
Un esfuerzo más será comprar y no consumirlo, como ropa o algún tipo de comida que pensemos sea riesgosa. Podemos preparar en casa algo más sencillo. Pero comprar es ayudar.
Es también gran prueba de gestión para los empresarios, que por cierto en Baja California Sur han venido cosechando desde hace muchos años. Aun en el declive económico de México desde 2018 no les afectó, al contrario, siguieron creciendo. A ver: un tiempo no van a ganar dinero, y van a invertir y generar estabilidad.
Un acuerdo con los sindicatos y trabajadores de confianza es indispensable, también con el gobierno. Seguro los trabajadores entenderán el desafío, y acepten ganar algo menos, pero siempre que les alcance para vivir. Reducirán gastos en transporte y gasolina, por ejemplo, cuestión de ayudarles a hacer su presupuesto. La meta es no despedir. Es una inversión de capital humano con seguro retorno. Los descuentos en servicios fijos y fiscales ayudaran mucho, hay que presupuestarlos como ingreso fijo. También se ahorrará en agua y luz, en desgaste de maquinaria y equipo. Por cierto, hagan ustedes su mantenimiento, cambien focos ahorrativos, etc. Piénsenlo y hagan su balance. Cargo y Abono.
Y vamos tranquilos a reposo.