La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Uno de los sitios mas emblemáticos de la ciudad capital que guarda en su interior dolor, tragedia y a su vez admiración, es la capillita de la Animita que se encuentra a un lado de la Secundaria Morelos entre las calles General Félix Ortega y 5 de Febrero, misma que había visto pasar los años en los cuales el olvido y el vandalismo hicieron de las suyas, pero que un sector de la sociedad se negaba a olvidar por su historia y sobre todo el sentimiento que la ha llevado a ser considerada una de las leyendas más importantes de Baja California Sur.
CAMBIO RADICALMENTE SU ASPECTO
Debido a todo lo anterior, es difícil pensar como un sitio con tanta historia estuviera en condiciones deplorables, cosa que por fin quedó en el olvido ya que se puede observar que fue resanada, pintada de color azul y a su vez le colocaron un juego de vidrios que contrasta bellamente pues resaltan los colores con el reflejo del sol y de la luz, así como también una cruz de cristales.
En sus adentros resalta el color blanco, así como también un mueble de cristal que fue colocado para poner imágenes de la Virgen de Guadalupe, velas y flores blancas, mismas que han sido puestas por personas que visitan al niño José Lino para pedir por su alma y de paso un “milagrito“, ya que los fieles creyentes y asiduos al lugar le tienen mucha fe y respeto y algunos le han llevado juguetitos, dulces y fotos, además de que el sitio se encuentra completamente limpio, tanto por dentro como por fuera.
Hay que recalcar que quien realizó esta noble labor de restauración de la capillita de la Animita de Camino Real como es conocida en realidad, ha preferido mantenerse en el anonimato, ya que desea que no se confunda su labor, pues lo hizo por el gran inmenso cariño y respeto que le tiene al sitio.
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UN POCO DE LA HISTORIA DEL NIÑO DE LA ANIMITA DEL CAMINO REAL
Cuenta la leyenda que hay una fecha que nunca se olvidará, pues un niño de tan solo 11 años de edad decidió sacrificar su vida por la de su padre. Fue un 11 de noviembre de 1866 cuando José Nilo visitaba a su padre que era militar y que había sido encarcelado en una celda por considerarse rebelde y oponerse al abuso de poder en contra de la ciudadanía que se ejercía, el pequeño observó en repetidas ocasiones como su padre era azotado y golpeado por lo que pidió que se intercambiaran los papeles y él recibir los castigos, hecho que fue aceptada entre risas y burlas y así fue como José Nilo fue arrastrado por toda la zona donde había matorrales y piedras, muriendo a los pocos minutos de la barbarie, misma que tuvo como testigos a su padre como a otros prisioneros.
La historia nunca lo ha olvidado señal de ello es que será recordado como un héroe que lo dio todo por su familia.