Roma, ciudad eterna

Lugar que al preservar los vestigios históricos sostiene su pasado

Sandra Ricco | El Sudcaliforniano

  · sábado 17 de abril de 2021

Foto: Cortesía | pexels.com

Pensemos en Roma Italia, para ir en semáforo verde Covid-19.

Esta es la postal que les traje desde allá.

Roma, la espléndida e hiper visitada por su vasta historia y cultura que la hace altiva y respetada como pocas ciudades del mundo. Ruidosa, algo que contrasta, y es porque está saturada, ocupada en su totalidad por propios y extraños, es cosmopolita y se hace llamar “La Ciudad Eterna”.

Roma es la culta, la soñada, mito y realidad. Ruinas del fin de su Imperio. Lugar que al preservar los vestigios históricos sostiene su pasado.

Visitar sus afamadas fuentes: Neptuno, La Trevi y dejar los deseos... o el puente de San Angelo que lleva al castillo bien preservado y que es parte de los bienes históricos del mundo. El Capidoglio es obligado.

El Auditorio Pario Della Música ofrece recitales celestiales y degustaciones de vino, ahora caliente pues aun hace frio.

Cuando dicen que “preguntando se llega a Roma” ya no lo creo. Porque que cada quién habla según le va en la feria.

Luego comprendí que a Roma se llega en círculos, en una autopista bellísima llena de paisaje y emoción.

Porque regresar de la Toscana para ingresar a Roma parece fácil, sobretodo en el mapa, con el gusto del campo, y la pasta hecha a mano.

Luego de un rato girando en círculos….algo que estéticamente es muy agradable porque habla de la unión, de la familia, la camaradería y la bondad, pero, en carretera el mareo se da.

Circuitos varios llaman a las salidas, al parecer hay varias entradas a Roma, una ciudad compleja y rebosada, pero de la que nadie que la visita se quiere salir, lo que me hace revindicar tantas entradas, salidas, flechas, que nos hacen rotar por buen rato.

La capital de Italia fue la primer metrópoli del Imperio Romano, y por mucho tiempo de Europa. Volcanes vivaces de hace 3000 años y que hoy están inactivos, en el noroeste los Montes sabatinos los que permiten la formación rocosa de sus siete colinas que la resguardan, cerca el Río Tíber.

Otro mito Romano dice que fue fundada por Rómulo y Remo quienes fueron amamantados por una Loba, algo que refleja muy adecuadamente la naturaleza salvaje de los romanos.

Es la única ciudad que ha mantenido sus murallas como un patrimonio.

El autor Bizantino Geovanni la llamó Ciudad Amor al leer de derecha a izquierda: Ciudad Roma. En la que todos quieren pasear y fotografiar, pero pocos se atreven realmente a conocer.

Roma de vaivenes: Se estableció como la ciudad que hoy conocemos luego de 1814 pues antes, en 1808, fue parte del Primer Imperio Frances de Napoleón Bonaparte quien la entregó de regreso a Pío VII y así regresó el carácter de Capital Religiosa que hoy conserva en esencia.

Luego de bajar por una rotonda larga por fin el Coliseo recibe inquietante recién encendido a la hora cero de las 7 p.m. al que al darle una o dos vueltas y admirarlo es ya un ritual... y como no, pues la estacionada está aún más complicada que en la CDMX con parquímetros y sin ellos; así que a darle otra media hora y estacionar bien pegadito del otro en medio de claxonazos y gritos tipo mentadas, es decir, a la Italiana.

Su fama y glamour se debe y mucho a su arte y sus mujeres sensuales, morenas y curvilíneas, a sus hombres de traje, corte sastre impecable tomando expresso antes de montar la Vespa en un acto kamikazi pero sin miedo.

El turismo religioso mundial que llega día tras día es incalculable tanto e influencia como en cantidad el Il Vaticano ciudad que alberga el ícono más apreciado: El Papa, aun en la decadencia más dura por la que hoy atraviesa esta religión, lo que habla mucho del buen marketing turístico, mas allá de la fe verídica, aquella...la añorada... la espiritual.

Caminar cerca del coliseo atravesando la avenida es la opción para encontrar la cena de a pie, esa donde hay que esperar mesa en una banqueta antigua repleta de gente platicadora con la pasta al dente. Y lo único que guía es el ambiente y el sazón, su olor.

Porque Roma huele a tomate con aceituna verde, a gasolina y azufre. Quizá por ello la combinación sea irresistible.

Luego, buscar un capuccino en la calle... donde la fuente casi espera ser invadida por monedas y turistas.

Roma es la ciudad por la que hay que pasar para decir que conociste Italia alguna vez. Porque es la esencia del carácter Italiano contemporáneo citadino, es el termómetro de la sociedad de este país contrastante, de sus latinos europeos.

Vamos a Roma aunque sea en un clásico DVD, pasta al dente y gelatto que no es lo mismo que helado. La diferencia? Es más suave e interesante.

Ciudad mito y realidad cultural. Apasionada y apasionante, inquietante por la cual es posible dejarse la piel en moto, dando vueltas en carretera antes de renunciar a llegar o enamorándose, quizá abandonándose en Il Vaticano y dejar el alma en una argolla o rezando, pero es sin duda Roma un destino imperdible si de Italia quieres hablar.