La Paz, Baja California Sur.- Al principio cuando comenzaba en el oficio de sepulturero lloraba junto con los deudos al sepultar el cuerpo a pesar de que no es un familiar, “solo saber que otros querían a la persona es cuando se descubre el sepulturero también a él le duele la muerte y llora”, menciona Javier Canseco que con los adultos poco a poco menos es llanto pero con lo niños sigue llorando.
El sepulturero dio a conocer que a lo largo de 12 años ha estado en este oficio en los tres panteones municipales de La Paz: Jardines del Recuerdo, Perlas del Paraíso y Los Sanjuanes. “Lo primero que se viene a la cabeza es tristeza, angustia y dolor, aunque no sea tu familiar por que está viendo a un ser humano igual que tú y piensas algún día me va a pasar a mi tambien”.
Explicó que no es igual el ambiente el 2 de noviembre que el día que se trae un cuerpo a sepultar y cuando sepulta infantes de 5 o 6 años no puede contener el llanto “tiene sentimiento mi trabajo cómo no y aparte mucho esfuerzo físico”.
Lee: "Crecí jugando entre las tumbas": Vecinos de panteón en La Paz le temen más a los vivos
Al preguntarle si cambiaría el trabajo de sepulturero por otro tipo de trabajo respondió “la verdad no, porque le he agarrado amor y es algo que alguien lo tiene que hacer y yo estoy dispuesto a hacerlo”.
A pesar de que las personas tengan un plan funerario hay pagos que se tienen que realizar tanto en la Dirección de Panteones, lo que establece la ley, y en el panteón de los San Juanes “lo que es extra como escarbar, demoler una tumba antigua para hacer una nueva” porque se debe costear un camión, llevarse el escombro, labores que se tienen que realizar y muchas veces las personas no están en condiciones emocionales ni financieras.
No lleva la cuenta de cuántas personas ha sepultado; sin embargo, frecuentemente sueña a los muertos, e incluso tiene pesadillas con alguno de ellos, “la pesadilla más recurrente es una relacionada con una fosa profunda donde el cadáver salta sobre él para salir de la tumba sujetándose con las uñas”. Reconoce que tiene un trauma por su experiencia con la sepultura de cuerpos, pero la oración le ayuda a superar la experiencia.
Explica que él no tiene miedo a dormir solo en el panteón pues ya lo ha hecho, no le teme a los fantasmas por que no cualquier persona los puede ver pero reconoce que la vida de sepulturero es difícil, le pide a las personas que no se olviden de sus muertos “la verdad hay muchas tumbas que me dan tristeza por que no vienen sus familiares”, menciona que hay tumbas de más de 140 años lo cual se comprende que no las visiten.
Pero hay tumbas que tienen más de 10 años por lo cual “les pido que no se olviden de sus difuntos menores en estas fechas porque es muy triste ver tumbas abandonadas sin nadie que visite a sus muertitos”.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
La directora de panteones del municipio de La Paz, Magdalena Sinaí Moreno Márquez, dio a conocer que hay 52 mil personas sepultadas en los tres panteones de La Paz, en Jardines del Recuerdo hay 12 mil personas sepultadas, en Los Sanjuanes 37 mil, y en Perlas del Paraíso 3 mil; quedando espacio disponible en este último panteon de un 30% mientras que en los primeros dos panteones están al límite de su capacidad.