La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La doctora Micheline Cariño Olvera, -profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur- ofreció a través de la cuenta de Facebook Sierras La Giganta y Guadalupe, una charla sobre la historia aplicada a la valoración del patrimonio biocultural que caracteriza a la referida zona.
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Entrevistada por el fotógrafo Miguel Angel de la Cueva, la especialista habló de la gran importancia social, cultural, económica y ambiental que tienen las sierras de Guadalupe y la Giganta, y lo que esto significa para las generaciones actuales y las futuras.
“Salvaguarda de sierra de la Giganta y Guadalupe, hace 20 años empezaron a estudiar los oasis en la Península de Baja California, el patrimonio biocultural que representa esta región, reencontrar nuestra autonomía, nuestra seguridad, una forma durable de vivir”.
“La que nos da vida, sustento, identidad, paz espiritual es la naturaleza, tendríamos una historia con futuro, se requieren acciones gubernamentales, proteger los ranchos, contra la minería, acciones colectivas, recuperar la oasisidad”.
Nuestra árida isla, su doble condición de aislamiento, represento grandes retos extraordinarios a sus habitantes, 180 humedales han sustentado la vida biológica y social.
“Durante 17 décadas van y vienen exploradores, con la fundación de Loreto comienzan con la construcción de los oasis, se da el poblamiento. Vivian en un aislamiento casi total, simbiosis de la sociedad y la naturaleza, de las bandas de colectores-cazadores-pescadores, con el legado de sus pinturas rupestres”.
En las serranías bajaban hasta las islas, pasaban el verano en las costas y sus playas, trataban de almacenar la mayor cantidad de comida posible, colectaban moluscos, estaban viviendo un momento de abundancia y en el otoño subían a la sierra.
“La construcción de oasis por los misioneros jesuitas, requerían agua constante y tierra fértil para introducir la agricultura, para su alimentación y evangelización.Vivian temporalmente en estos humedales, se desplazaron y hubo sedentarización a las bandas originarias”.
Esto implicó una transformación total, domestican el agua con sistemas de riego en las tierras, construyeron terrados para huertas con policultivos, además establecieron ranchos para la ganadería extensiva en el secano circundante.
“Con la construcción de los oasis, cultivo de huertas estratificadas en tres niveles, domesticación del agua, gestión del agua, la tierra es propiedad privada de cada familia. La formación de la oasisidad, con el conocimiento milenario de los oasis, los rancheros incorporaron al trabajo en ranchos y oasis a los sobrevivientes de la aculturación”.
“El uso sustentable de los recursos, interfaz oasis-mar-islas, seguridad alimentaria, autonomía y autosuficiencia local, agricultura diversificada en zona húmeda de los oasis: Seguridad alimentaria y capacidad de generar excedentes”.
Tras el decaimiento del interfaz y de la oasisidad, se dio el despoblamiento de los oasis, un deterioro de los oasis y ranchos, solo se quedaban las personas mayores. Además del decaimiento de la pesca a causa de la sobreexplotación, ciertas especies desaparecieron,en los periodos de pesca artesanal, y las flotas de pesca industrial.
“Recuperar la sustentabilidad local, la historia ambiental aplicada a la valoración del patrimonio biocultural de las sierras La Giganta y Guadalupe. Se pretende recuperar la sustentabilidad. La historia nos explica por qué estamos como estamos, entender qué es, cómo podemos superarla, cuándo, dónde. La historia legitima, hacia donde vamos o hacia dónde queremos ir, nosotros somos artífices, así se decidió hacer, la historia ambiental”.
La mayor problemática es la crisis socio ecológica, como fue que llegamos a esta situación y como eventualmente encontraremos maneras de salir de este gran problema. Siempre es algo muy complejo darle una explicación, pero sin duda las consecuencias las estamos viviendo en este momento.