La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Hace poco mas de 10 meses que se dio a conocer por este medio que la edificación de la Biblioteca Pública Estatal “Maestro Justo Sierra”, estaba presentando la caída paulatina del pequeño espacio de piso de su barandal del lado izquierdo, ubicado en la segunda planta de tan importante construcción.
Hasta el momento, solo ha sido colocada una cinta de precaución para que los peatones que pasan por el lugar consideren el riesgo al caminar por esa zona.
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Es muy importante resaltar que tan importante edificio fue construido en el año de 1918 es decir hace 105 años, por lo que es considerable su deterioro, pues el paso del tiempo no perdona, mas aun cuando no se le ha hecho una revisión a fondo, ya que todo ello puede desencadenar que con el paso del tiempo se siga incrementando la caída del mítico barandal.
Hay que enfatizar que la construcción de tan importante sitio la llevó a cabo Manuel Balerazo por enmienda del general Manuel Mezta, quien fue un gran jefe político del estado, el cual vivió junto a su esposa en el emblemático lugar.
CONOCIDO COMO “EL SOBARZO”
Ya entrados los años de 1930 la casa es vendida al Gobierno del Estado de BCS y es cuando el gobernador de ese entonces el general Jesús Agustín Olachea Avilés lo convierte en un hospital antituberculoso, eso sí bajo el nombre del general Manuel Sobarzo, sin dejar de mencionar que también fue una pequeña cárcel.
Hasta la fecha las abuelas y abuelos sudcalifornianos le siguen llamando “El Sobarzo”, además que hasta el día de hoy sigue teniendo la placa de piedra con el nombre de Sanatorio Gral. Manuel Sobarzo.
A lo largo de la historia se han contado cientos de leyendas que la hacen pasar como un lugar lleno de dolor de llanto e incluso se ha llegado a decir que al caer la madrugada rondan energías que hacen que a cualquiera que pase por el lugar se le ponga la piel de gallina.
Hoy por hoy tiene su función como biblioteca, pues como se mencionó anteriormente lleva el nombre de “Maestro Justo Sierra”, además de que muchas personas esperan bajo sus árboles de tamarindo la llegada de los camiones y peseras.
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El hecho que se estén desprendiendo algunos pedazos de bloques ha despertado también la curiosidad de algunos paseantes que aprovechan para tomar algunas fotografías, además de dar a conocer su desaprobación por no darle los servicios adecuados para que ya no sigan cayendo, pues de poco a poco, ya es mas notorio el deterioro.
Por último, no debemos olvidar que el segundo piso del edificio lleva varios años cerrado, además que durante a inicios de la pandemia del Covid-19 en el año 2020 se mantuvo cerrado, abriéndose de nuevo meses después.