La Paz, Baja California Sur.- Para muchas personas, como Linda, realizarse un tatuaje es un acto de autonomía inscrito en el cuerpo; que significa algún momento o circunstancia de su vida en particular. Aunque, también puede sumarse una razón de ser a dicho diseño con el paso de los años.
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“Es que, depende. Hay veces que digo “sí, todos los tatuajes que me he hecho tienen un significado claro”. Pero conforme me voy tatuando más, pienso que ya varía; van construyéndose marcas de lo que me pasa”, contó.
No obstante, una de las grandes aristas por las cuales atraviesa, pero cada vez en menor medida, resulta la escasez de estudios que ofrezcan otras dimensiones culturales y artísticas del propio tatuaje, expresó. Es decir, para Linda, no hay tantos estilos o tatuadores especializados en su diseño, en la capital del estado.
“Quisiera, por ejemplo, me quisiera tatuar algún estilo de acuarela, o de realismo. O, no sé, algo de color. En especial, porque para mí las flores y algunos retratos, y el significado que le doy a eso con los colores pasteles y amarillos, es muy importante. Es algo de mi vida, una experiencia; que al tenerlo en mi cuerpo, me cambiaría mucho en el día a día… No sé si me explico”, explicó Linda.
Así como Linda se percata de la ausencia o poca diversidad de oferta hoy en día, tatuadores provenientes de otras entidades federativas, también. Un ejemplo es Priscila Ramírez, mejor conocida como Pía.
Oriunda de Guadalajara, y con estudios artísticos en Guanajuato, Pía lleva ocho años dedicándose como tatuadora, al igual que otros integrantes de su familia, incluyendo su hermano. Ella descubrió La Paz gracias a sus actividades de buceo; por tal razón, decidió abrir “Dorsal”, su estudio de tatuaje.
“Mi hermano también es tatuador. Bueno, ahorita somos tres tatuadores en la familia y me gustó. La verdad nunca me esperé dedicar a esto, pero ya que lo empecé a hacer, pues me gustó y después me empezó a ir muy bien”, narró Pía.
DESDE EL ESTUDIO
Para abrir su propio estudio, Pía atravesó diversas circunstancias. Desde solicitar tatuar en otros estudios en diversas ciudades como Monterrey, hasta traspasar barreras geográficas y establecerse una pequeña temporada en España y Colombia.
“Como que siempre quise tener mi propio estudio para adecuarlo a mi manera; porque siempre los estudios eran como muy rudos y todo negro. Y ya, lo hice. Y justo en La Paz, tenía muchos clientes por el tema de que se querían tatuar cosas del mar, y así; y me decían que en La Paz no había tantos tatuadores como… O sea, como que siempre había el mismo estilo de tatuaje tradicional y así, y pues me llamó la atención y dije “ah, pues igual pongo mi estudio allá y voy a tatuar seguido”, dijo.
VIDA MARINA INCRUSTADA
Tal como comentó Linda, los tatuajes cuentan con historias y significados enmarcados en la vida de las personas. Ejemplo de ello, suele ser la gran demanda de tatuarse animales marinos y mascotas en la capital del estado, destacó Pía.
“No hay un tatuador de mascotas en La Paz, entonces como que lo vieron y ahora me piden muchos retratos de mascotas, también animales del mar”, expresó.
Por otra parte, Pía señaló que no hay diferencia en sexo y género sobre quiénes solicitan tatuarse con ella; y, si bien, el brazo es la parte del cuerpo preferido para el tatuaje, no suele ser exclusivamente así.
APERTURA AL TATUAJE
En comparación con otras entidades de la República Mexicana, Pía reflexiona sobre la comunidad que reside en La Paz y decide tatuarse. “O sea, son sus primeros tatuajes, o como que apenas están abriendo a tatuarse; o como que son más cerrados, y tengo muchos clientes que son extranjeros, españoles, o que son de otra ciudad, de Los Cabos también”, indicó.
Asimismo, Pía enfatizó en el interés por ofrecer cursos de tatuaje en la capital del estado, de forma en la que pueda contribuir a una mayor diversificación de estilos y establecimientos en los cuales la comunidad pueda acudir acorde a su gusto.
TATUAR NO ES SOLO SABER DIBUJAR
De acuerdo con Pía, el arte y la labor del tatuaje no implica únicamente saber dibujar; también es preciso crear un espacio seguro, un lugar de confianza y empatía.
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“Justo a mí me gusta mucho mi profesión porque he hecho varios amigos a través del tatuaje… Se me hace muy extraño explicarlo, pero no me podría ir a un café con estas personas a platicar de lo mismo que platicamos mientras los estoy tatuando. Como que yo estoy en mi show ahí tatuando, y ellos como que se explaya y me cuentan. Hasta parece terapia también”, expresó
Inclusive, es necesario aprender primeros auxilios; por experiencia propia, recalcó que “hace poco se me desmayó un cliente y dije “no solo es tatuar”; es saber qué hacer si se te desmayan clientes, cómo reaccionar. Porque tienes que tomar también cursos de primeros auxilios, vacunarse contra la hepatitis, y varias cositas”.