La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Muchas personas al pasar por la avenida 5 de Febrero en la ciudad capital ven con asombro y curiosidad una larga chimenea que sobresale por lo alto, enigmática ocultando a su vez un recuerdo, eso sí a los pocos minutos ya sea por la habitualidad de la vida o por las prisas, nos olvidamos a su vez que el abandonado sitio guarda una gran historia plagada de identidad sudcaliforniana, pues la tenería “Suelas Viosca” retumbaría por todo lo alto en BCS y en el extranjero.
Otros más jóvenes recuerdan el sitio como la ex Plaza de Toros donde se llevaban a cabo múltiples presentaciones musicales de los grupos que sonaban en todo México, pero la historia siempre tiene un comienzo que para muchos es más grande de lo que nos podemos imaginar.
La realidad es que en ese lugar surgió una empresa que sobresalió como ya se mencionó anteriormente, pues en ella se curtían y se fabricaban las mejores pieles trabajadas por manos de hombres y mujeres sudcalifornianas que forjaron el rumbo de nuestra economía.
A principios del siglo XX específicamente en el año de 1902 nace la sociedad de 3 empresarios muy importantes en la entidad, además de acaudalados pues Santiago Viosca Navarro, W. H Rocholl y Antonio Ruffo Santa Cruz crearon tenería “Suelas Viosca”, ante la creciente demanda de comercializar a otros países las pieles de ganado vacuno, que a bien decir en la entidad se estaban desperdiciando y como buenos hombres de negocios fueron visionarios.
LOS PEDIDOS ERAN INFINITOS
El lugar tenía que ser enorme por ello se escogió el terreno que todos conocemos hoy en día que era en aquel entonces de 40 mil metros cuadrados y para 1903 la empresa ya era muy exitosa pues se llegaron a tener poco mas de 300 empleados que curtían 200 pieles diarias.
En esa época en el centro del país se veía un México revolucionario, por ello los encargos no se hicieron esperar llegando ser inimaginables, los trabajadores laborando largas jornadas para sacar los enormes pedidos, además de proveer la baqueta con la que se fabricaban cintos, guantes, chamarras, botas y accesorios propios de la milicia.
Grandes compañías de Suiza y Japón, además de Estados Unidos voltearon a BCS por la calidad de sus productos, siendo así tan redituable que tuvieron que voltear a otros estados de la república mexicana para conseguir pieles, siendo así Sonara y Sinaloa los proveedores más sonados.
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Ya entrados los finales de los años 20´s, la tenería “Suelas Viosca” es vendida al empresario estadunidense Arthur C. Nahl quien acababa de llegar y este mismo hace crecer más a la empresa creando al apar un equipo de beisbol en donde contrato a grandes jugadores, mismos que compartían la pasión de los trabajadores de la Viosca.
Recordemos que con la finalización de la Segunda Guerra Mundial en 1945 el negocio comenzó a decaer, pero con su inteligencia y astucia el empresario Arthur C. Nahl pudo mantenerse, pero en 1958 las instalaciones de la tenería sufrieron un incendio del cual nunca pudieron levantarse, perdiendo casi en su totalidad las áreas de trabajo, cerrando a su vez en 1960.
Hoy en día las bodegas lucen cerradas y otras por su parte son rentadas a los múltiples negocios que le dan vida al sitio que en algún tiempo le dio renombre a BCS.