La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Con el avance del nivel de Alerta Sanitaria al Color Verde, el Instituto Nacional de Antropología e Historia espera un aumento en el número de ingresos a sitios arqueológicos y museos, lugares a donde acude un gran número de turistas especialmente al Museo de Loreto y a las pinturas rupestres de San Francisco de la Sierra, éste último, a donde hasta antes de la pandemia llegaban aproximadamente 6 mil visitantes al año.
El Director del INAH Humberto Carrillo, informó que aun con las restricciones de aforo que ha impuesto la emergencia sanitaria, la afluencia en estos lugares ha sido buena; en las pinturas, favorecido por la temporada de avistamiento de ballena en donde muchos de los turistas que van a las Lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio complementan su paseo haciendo una visita a las cuevas, y en Loreto y Santa Rosalía, con una gran cantidad de extranjeros que llegan por tierra o a bordo de los cruceros.
Un favor que contribuye a la llegada de más turismo al Museo de las Misiones Jesuitas de Loreto es la temporada de ballena azul que está iniciando, con una afluencia en crecimiento sostenido, tanto de visitantes nacionales como de extranjeros.
En Santa Rosalía, los principales atractivos son el Museo del Boleo y la Iglesia de Santa Bárbara, que además de su riqueza histórica, atraen por su gran belleza arquitectónica.
Entre los sitios a cargo del INAH, destacan las antiquísimas pinturas rupestres de San Francisco de la Sierra, lugares que a causa de la pandemia de Covid-19 permanecieron cerradas desde mayo del 2020 hasta abril del 2021, y meses siguientes cuando el semáforo se ubicó en el nivel 4 en Mulegé, afectando a más de 100 jefes de familia de las rancherías de la región que se ocupan como guías, y cuyo ingreso por este concepto es el principal sustento, mismo que complementan con la cría de chivas.
En esta región, la temporada de mayor afluencia de visitantes inicia en noviembre y termina en abril, de tal manera que aún queda poco más de un mes de actividad.
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Debido a que buena parte de la población de las rancherías es mayor de edad, las autoridades delegacionales extremaron precauciones para evitar la llegada de la pandemia a esa zona, algo que lograron durante meses hasta que finalmente en octubre del 2021 se registró un brote de al menos 35 casos, aunque no causó decesos ni hospitalizaciones; la mayor parte ya estaban vacunados.
La derrama económica que se genera en los sitios arqueológicos es particularmente relevante en esta región del municipio de Mulegé, ya que ayuda a la economía de las familias que habitan en los ranchosGuadalupe, La Cueva, Santana, San Gregorio, San Gregorito, La Tinaja, San Pedro, Los Crestones, El Corralito, San Esteban, Las Calabazas, San Antonio y San Francisco.
