La Paz, Baja California Sur.- Desde su fundación hace más de 90 años, la Benemérita Escuela Secundaria José María Morelos y Pavón, en La Paz, Baja California Sur, se ha destacado por preservar tradiciones que la hacen única, incluyendo el uso de uniformes diferenciados por grado escolar.
Este sistema, que distingue a las alumnas con colores como el rosa en primer año, el azul en segundo y el guinda en tercero, y a los alumnos con pantalón beige y camisa blanca, no ha cambiado significativamente desde 1930.
De acuerdo con Germán Rodríguez Montoya, director de la institución, el uniforme va más allá de ser una simple vestimenta, misma que debe ser vista como “una herramienta que promueve la igualdad entre los estudiantes, eliminando distinciones de clases sociales, y facilita la identificación inmediata dentro del plantel. Esto tiene implicaciones no solo en la formación académica, sino también en la seguridad del alumnado”.
Lee: Cómo una paceña cambió la educación de millones de niños en México
Un símbolo de identidad y seguridad
El funcionario educativo explica que el uniforme no solo fomenta una imagen homogénea entre los estudiantes, sino que también facilita la identificación de posibles agentes externos dentro de la escuela.
“Cuando vemos a alguien que no lleva los colores establecidos, sabemos de inmediato que no pertenece al plantel, lo que nos permite tomar medidas rápidamente”.
Además, el uso del uniforme, aseguró, democratiza la experiencia educativa al reducir las diferencias socioeconómicas visibles entre los alumnos.
“Sin importar su contexto familiar, todos los estudiantes lucen iguales dentro de la escuela, lo que evita que las desigualdades económicas se conviertan en un tema dentro del aula”.
¿Cómo es el uniforme deportivo de la secundarias Morelos?
A pesar de su legado tradicional, el director mencionó que la Secundaria Morelos iniciará pronto una discusión interna sobre posibles ajustes particulares en sus uniformes deportivos.
Actualmente, las alumnas tienen la opción de usar un short o una falda blanca, pero esta última ha generado inquietud.
“Hemos recibido sugerencias para cambiar el color de la falda deportiva a guinda, ya que podría ofrecer mayor comodidad y evitar situaciones incómodas, especialmente durante el periodo menstrual de las alumnas”.
Esta propuesta, que se discute desde hace un año en el Consejo Escolar, refleja un esfuerzo por adaptarse a las necesidades actuales, manteniendo siempre el respeto a las tradiciones y que, de ser aprobado, el cambio será notificado a los proveedores de uniformes para que adapten los diseños.
Un equilibrio entre tradición y modernidad
En Baja California Sur, son pocas las escuelas que aún conservan los colores tradicionales en sus uniformes. Entre ellas destacan, además de la Secundaria Morelos, la Secundaria Mijares y la Moisés Sáenz en Los Cabos.
“Es un orgullo ser una de las pocas instituciones que mantienen esta herencia histórica. Sin embargo, reconocemos que las corrientes actuales podrían llevarnos eventualmente a unificar los colores o adoptar diseños más universales”.
Rodríguez Montoya también resaltó que, a pesar de los cambios en algunas escuelas, los costos entre los uniformes tradicionales y los modernos suelen ser similares, por lo que los ajustes no representan un impacto económico considerable para las familias.
Formación y pertenencia
Más allá de los debates sobre diseño o funcionalidad, Rodríguez Montoya subraya la importancia formativa del uniforme, “es una parte esencial de la disciplina y el sentido de pertenencia que inculcamos en los estudiantes. Aunque algunos alumnos pueden resistirse a su uso, es innegable que fomenta valores como la responsabilidad y el respeto por las normas”.
En caso de que algún estudiante no pueda asistir con el uniforme por razones económicas o personales, la escuela permite su ingreso con ropa distinta, siempre y cuando cumpla con ciertas normas de decoro.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
“El uniforme no solo es una prenda, es parte de nuestra identidad, de nuestra historia y de los valores que buscamos inculcar en cada generación. Queremos que nuestra comunidad educativa siga siendo un referente de orgullo y tradición en La Paz”.
Con más de nueve décadas de historia, la Benemérita Escuela Secundaria José María Morelos y Pavón reconoce que el mantener el estándar de colores permite que prevalezca la tradición histórica a través del tiempo que, conjunto con la modernidad y las adaptaciones educativas vigentes, la vestimenta conviva libremente, siempre en beneficio de sus estudiantes.