Comondú, Baja California Sur (OEM-Informex).- “El Crucero”, que fue uno de los tantos nombres que se le dio a este lugar y creo, que uno de los más populares que hasta la fecha prevalece, tuvo su primer negocio de comida en el año de 1952, cuando Doña Lorenza de Tapia estableció el primer restaurantito, muy cerca de la casa amarilla en aquel tiempo en construcción.
Para 1953, año en que llegan los primeros colonos de la Colonia Revolución Mexicana, don Miguel Martínez Hernández establece el primer negocio de abarrotes, una tienda muy modesta la cual se ubicaba en donde fue su domicilio, en Bravo y Juárez, recuerda su hijo que fue en aquellos años en que el azúcar se vendía en terrones o cuadritos.
Ya para 1955, surge la “Tienda Negra” de don Jesús Garza, la primera tienda grande de todo tipo de mercancía.
La Tienda Negra, era un galerón de lámina de cartón negro, de ahí que surgiera su nombre, pero era un almacén, ahí se vendía de todo, fue lo que después se llamaría “Supermercado El Crucero”, que después quedará bajo la dirección de su hijo Rodolfo Garza.
Don Jesús Garza y Rodolfo Garza, llegaron los dos solos, don Jesús era el papa y Rodolfo estaba soltero, todavía no se casaba y fundaron esa tienda grande, después se puso “El Campesino”, otra tienda que fundó don Rafael Siqueiros, fueron los primeros que se establecieron como comerciantes ya en forma y eso fue lo que provocó que muchas personas se fueran agrupando en esta zona.
Todos los que vivían en las colonias poco a poco se fueron viniendo, estableciéndose en un lugar en donde podía haber manera de vivir mejor, porque vivir en las colonias agrícolas era vivir en el monte, no tenían ningún servicio, no tenían nada y poco a poco comenzaron a mejorar las condiciones para ellos y sus familias.
La Tienda Negra se construyó sobre la carretera transpeninsular en donde ahora es Bodegas Aurrera, con la eficiente atención de don Jesús y su hijo Rodolfo el negocio creció y años después se movió unos metros al centro de la comunidad, pero ahora a una construcción de materiales, en donde se agregó, servicios bancarios, llantera y otros servicios.
“La Tienda Negra”, ahora Super Mercado “El Crucero” continuó su crecimiento modernización con un edificio digno de cualquier tienda de autoservicios, con todos los anexos de una tienda moderna regresando su ubicación al mismo lugar en el que se inició.
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Años más tarde, se construiría una sucursal sobre el Boulevard Cervantes del Río la cual finalmente cerraría, al igual que lo hizo la matriz de esta empresa.
Don Jesús Garza, quien venía de Mexicali, en su momento, comprendió el potencial económico del valle y los tiempos que marcaban el inicio del progreso en la región para establecer su negocio y colocarlo en la preferencia del público durante muchos años.
Cabe señalar que el Súper “El Crucero” no fue la única tienda que proporcionó este tipo de servicio, hubo otras como “La Campesina”, de la familia Siqueiros; “La Casa del Pueblo”, de don Prisciliano López y “La Proveedora del Valle”, de don Pancho Trasviña y de su hijo Franco Trasviña. Todas del mismo ramo que también contribuyeron al progreso de la región.
