La Paz, Baja California Sur (OEM - informex).- La vida nocturna en la ciudad de La Paz en cuanto a la comunidad LGBTQ+ en la década del fin de los 90’s y principios del año 2000 no es nada comparada con lo que es hoy en día, si se toma en cuenta la apertura y el cambio que representó para una generación el poder abrir el camino y aunque no fue fácil, muchos antros y discoteques lucharon por ello.
El solo pensar que había un sitio donde hombres pudieran bailar con hombres y mujeres poder entrar agarradas de la mano con otra mujer y poder demostrar en “público” su cariño o amor ya era polémico, ese gran paso lo logró un lugar llamado “¿No que no?“ que se encontraba a espaldas de la calle Abasolo, para muchos un sitio escondido y para otros demasiado expuesto, si se toma en cuenta que se deseaba cuidar el anonimato.
Las reglas eran fáciles de entender, no había etiquetas si eras hombre, mujer o transgénero las puertas eran abiertas para todo aquel que deseaba expresarse.
El éxito no tardó en llegar y aunque a lo lejos no parecía una discoteque, sino más bien una casa condicionada para ello en donde retumbaban los éxitos del momento como “Arrasando“ de Thalia y “Lo haré por ti“ de Paulina Rubio era el escaparate perfecto para muchos jóvenes que sentían su despertar y ahí mismo estaban albergados los mas adultos que sintieron esa adrenalina de estar vivos y sin prejuicios, puesto que no tendrían que esconderse.
LA APERTURA Y LA CENSURA
Al tiempo cerró sus puertas dejando con ello un gran vacío pues parecía que sería muy difícil de reemplazar y así fue al paso de los meses se abrieron un sinfín de lugares con temática LGTB que al mismo tiempo no lograban ese impacto, de hecho hubieron veces que se realizaron fiestas y reuniones en casas y lugares baldíos.
Corría el año del 2002 y en la zona Centro en la 5 de Febrero se habría un bar llamado “Las Jarras“, que en un principio llamó la atención por ser bohemio y tranquilo, ya que su giro nos recordaba a esos centros botaneros donde llegaban las personas a querer tener un momento de recreación y olvido de sus problemas, ya que la cerveza se vendía en jarras como el nombre lo indicaba.
Poco a poco, fue cambiando su temática, con ello llegaron los shows y performance de artistas trans que marcaron un antes y un después de lo que sería la vida nocturna de viernes a domingo en La Paz.
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La dueña del lugar era Martha Ramírez quien luchó en todo momento contra viento y marea para que fuera un éxito, siendo así el lugar preferido de gays, lesbianas, transgénero, turistas y también de heterosexuales que llegaban en pareja para disfrutar de los shows que cada noche se robaban el corazón de los asistentes.
Con todo ello también vinieron las quejas de vecinos del lugar que no les parecía que en la madrugaba hubiera mucho movimiento que para ellos será sospechoso pues la prostitución y venta de drogas era algo que señalaban en todo momento.
Las Jarras cerró sus puertas en el año del 2019 y hasta la fecha sigue siendo recordado como un lugar emblemático que cambió la mirada de una sociedad que en se entonces era más cerrada y prejuiciosa con el tema.
Hoy en día existe un nuevo bar llamado “La Baronesa“ del artista y empresario Gael Romero, el cual que poco a poco se está ganando un lugar, que sin lugar a dudas ya hacía falta.