Llegó la apertura parcial aún en pandemia por el coronavirus, ¡un alivio! Sin embargo, he podido observar, por ejemplo, en el supermercado, a quienes insisten en no tener una sana distancia, quienes no obedecen las reglas, que son las que nos llevarán a la victoria de no saturar los sistemas de salud.
Por ello hoy les escribo sobre mis estudios con el Maestro Dalai Lama para meditar sobre la compasión para llevarla a la acción.
Una de las variables para lograr la igualdad es reconciliar la economía con la calidad de vida en el corto plazo. Por ello es necesario la reapertura escalonada; esto implica la compasión con los demás, la benevolencia de querer que otros estén bien.
El considerar a quienes perdieron su empleo, y proporcionarles despensas o apoyos como pagos por adelantado es un tipo de amor altruista, lo que te dará recursos infinitos como persona.
Los primeros apuntes…
La felicidad en esencia es un estado saludable en cuerpo y alma, dice la perspectiva de la filosofía budista, es la alegría interna.
Pero también hay que preguntarnos: ¿Qué merece la pena lograr luego de el confinamiento por Covid-19?
¿Cómo se expresan tus genes en ese proceso? ¿Soy positiva o negativa? Eso se puede cambiar, es un proceso mental y de influencia social, más que los genes en sí.
Ser una nueva persona vale la pena lograr en el mismo cuerpo, evitando las emociones destructivas como el miedo y la desconfianza, pero con la variante de seguir las normas de sana distancia que hoy son y serán una realidad.
Porque la inteligencia la emoción es una buena estrategia de supervivencia.
Vamos entonces de la benevolencia a la empatía y de ahí a la compasión de pensar en quienes enferman y son entubados, de quienes mueren y dejan una familia huérfana.
Porque la compasión también es un bien antídoto contra la depresión. Aun hoy hay culto al egoísmo, de solo pensar en nosotros mismos, ¿y el cubrebocas? ¿y el gel? ¿te lavaste las manos? Mas el egoísmo es una catástrofe que nos llevaría de regreso al encierro, por puro gusto.
Hay un potencial para el bien en esta época, tomar las decisiones sociales que por sistema burocrático no habrían podido hacer, o cada intención sin concretar es oro que cae en el fango.
Busquemos el aspecto luminoso de la mente…
Y es tomar conciencia lo que permite la transformación de la mente.No se trata solo de modificar el mundo exterior sino de los propios pensamientos. Somos interdependientes. Ayudarnos nos da libertad del interior en todo contexto.
Tampoco se trata de meter información de educación a nuestros hijos en la escuela sin cultivar ninguna cualidad humana, el sistema educativo debe impulsar seres humanos que desarrollen su inteligencia al 100% para impulsar y engendrar personas altruistas y educadas.
Si no, solo estamos dando herramientas que se pueden usar para construir o para destruir, eso es una herramienta sin valor, que sin actitud positiva no es nada. Menos ahora.
La compasión surge en relación con el otro, es el deseo de ayudar, desde niñ@ obtienes un entrenamiento mental si tu entorno te da la opción.
Hacer todo con fines nobles en pleno Covid-19 nos dará la confianza de avanzar siguiendo las normas, y así vencer el miedo, sobretodo el miedo a ser sensibles y generosos.
Un cambio real será tener la convicción, a través de la búsqueda de respuestas positivas lo que representa una investigación constante de nuestro entorno inmediato y sociedad.
¿Cómo seremos a partir del lunes que pasamos a fase 5?
Simplemente transfórmate en una nueva y mejor persona.