La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Oscar Méndez Ramírez, y parte de su familia, se han dedicado a una tradición de hace ya varios años y varias generaciones, en la venta del clásico pan artesanal de Texcoco. Desde muy pequeño aprendió este oficio tan noble al elaborar el pan de nata, empanaditas y demás panes artesanales de Texcoco.
Oscar Méndez, tiene más de 8 años vendiendo pan de nata, nuez, mantequilla, cajeta, queso y naranja, en las diferentes ferias en donde venden sus productos elaborados por ellos mismos, al momento, para que se mantengan recién hechos y calientitos.
El clásico pan de feria, ha sido ya toda una tradición en su familia. El Carnaval de La Paz es uno de los puntos importantes en donde venden sus productos artesanales. Las ferias en donde asisten para la venta de sus productos son Zacatecas, San Luis, Pachuca, Monterrey, Durango entre otros lugares del país.
Los ingredientes los consiguen en la Central de Abastos, o depende donde se encuentren, pero tratan de llevarse una buena cantidad para que no les falte lo primordial, para la elaboración de su pan artesanal.
Menciono que la parte más difícil es tener que dejar a su familia: “Lo más difícil de estar viajando por todos lados, es el hecho de estar lejos de la familia, tener que dejar a mi esposa y a mis hijos. Te alejas de la familia, lo que es el camino si se te hace pesado.”
“Nos vamos para Mazatlán en barco, ya de ahí ya nos vamos en la camioneta. Uno según se va acostumbrando a estar lejos de la familia, a estar viajando de un lado a otro, pero la verdad es que no es nada fácil este tipo de trabajo.”
Se han sentido muy bien en lo que es el Carnaval de La Paz, siempre los han recibido bastante bien, y las playas les gustan mucho. Respecto a la venta menciono que ha estado más o menos bien, pero si sale para diario.
Después del Carnaval de La Paz, se van a Los Cabos: “Luego por aquí cerca, para no alejarnos mucho, ya que implica muchos gastos el tener que estar viajando, ya después nos regresamos para Michoacán.”
Los descansos son de quince a veinte días, dependiendo del trabajo, pero sobre todo de la agenda que lleven. “A veces cuando hay mucho trabajo solo descansamos una semana, en esos días de descanso, trato de pasar el mayor tiempo con mi familia, con mi esposa y mis hijos, a los cuales extraño muchísimo, pero no queda de otra, más que tener que trabajar.”
Menciono que ya se han ido paseando por toda la República. La familia siempre se ha dedicado a este negocio de la venta de pan de feria, pero también algunos conocidos. Ya es una tradición la elaboración de pan de feria, de nata.