/ viernes 11 de octubre de 2024

Conoce las especies icónicas de cactáceas de Baja California Sur

México es el país con más géneros de cactáceas en el mundo, en la península de Baja California hay especies extraordinarias

La Paz, Baja California Sur.- La familia de las cactáceas es endémica del continente americano y se encuentra desde Canadá hasta el sur del Estrecho de Magallanes en la punta de Sudamérica.

De acuerdo con el doctor Héctor Nolasco Soria, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, esta familia tiene alrededor de 153 géneros que comprenden aproximadamente mil 200 especies.

México es la zona más rica en cactos con 60 géneros, destacando especies icónicas de Baja California Sur como el Cardón Barbón con una altura de 5 a 10 metros y un diámetro del tronco de 30 a 50 centímetros.

Lee: Santuario de Cactus ya está protegido

Sus flores, blancas y tubulares, nacen en la parte superior de los brazos, y su floración se da entre marzo y abril.

Otras cactácea característica de la media península es la Pitaya Dulce, misma que se puede encontrar en el Santuario de los
Cactos con crecimientos raros o “monstruosos”.

En Baja California Sur también nace y crece la Pitaya Agria con una altura de tres metros y un diámetro del tronco de 5 a 12 centímetros.

Las flores de esta planta crecen en la parte superior de los brazos. Se trata de flores blancas, largas, tubulares y fragantes, de ocho centímetros de ancho y con un tubo largo delgado de color púrpura.

Su fruto es globular, del tamaño de una pelota de golf a una pelota de tenis, color rojo brillante y carnoso.

Esta especie está distribuida desde el sur de Ensenada hasta Los Cabos, en la Isla San Martín y la mayoría de las islas del
golfo y también en Punta Sargento, Sonora.

En esta lista de cactáceas icónicas de Baja California Sur está el Garambullo, una planta vascular, con semillas y flores.

Su distribución abarca desde el noroeste de Baja California hasta Los Cabos, en la mayoría de las islas del golfo, Sonora y Arizona.

Alcanza una altura de ocho metros y un diámetro del tronco de 8 a 12 centímetros.

Sus flores crecen en la parte superior de los brazos. Son tubulares, pequeñas, color rosa pálido y florea en primavera. Su fruto es globular, pequeño, color rojo brillante y casi sin espinas.

Foto: Alberto Cota / El Sudcaliforniano

Otra especie que crece en esta región de la República Mexicana es la Pereskiopsis, igualmente una planta tubular, con semillas y flores.

Se le conoce como Rajamatraca y su distribución abarca la península de Baja California, Sonora y Sinaloa.

Es una planta ascendente, trepadora arriba de ocho metros y un diámetro del tronco de cinco a ocho centímetros.

Sus flores pequeñas, color rojo pálido y que se desarrollan entre septiembre y octubre, crecen en la parte final de los brazos.

Su fruto es color naranja a rojo, alargado de tamaño mediano con espinas.

De acuerdo con los expertos Pereskiopsis es uno de los géneros primitivos de las cactáceas, aparecen como ramas a pequeños

árboles con troncos bien definidos en su base y poseen ramas ascendentes, con areolas circulares, con espinas y presentan follaje.

En este catálogo no puede faltar la especie de los Viejitos, con una altura de 15 a 25 centímetros y un diámetro del tronco de 5 a ocho centímetros.

Sus flores se encuentran en la parte lateral superior de los troncos cilíndricos; y sus flores son tubulares, pequeñas, color rosa pálido, con una floración entre julio y agosto.

En Baja California Sur además crecen otro tipo de cactáceas como la Biznaga, la Cholla, y el nopal.

Las cactáceas estuvieron asociadas a las actividades de las antiguas etnias mexicanas. Esta relación les permitió proveerse de plantas de ornato, alimentos, herramientas, elementos medicinales y en muchas ocasiones fueron utilizadas como elementos mágicos en sus ceremonias.

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Un claro ejemplo es el jeroglífico de Tenochtitlan que presenta a un águila sobre un nopal devorando a una serpiente, símbolo que se transformó en parte del escudo nacional de los mexicanos.

En Baja California Sur los frutos de las cactáceas los consumían las etnias mexicanas como los Cochimíes que comían la Pitaya dulce, a la que llamaban Tammiá o Dammiá, en los meses de junio, julio y parte de agosto.

De la misma forma consumían tuna de nopal, pitaya dulce y pitaya agria entre los meses de agosto a octubre; así como Pitaya Agria y fruto de la Chirinola durante parte de octubre, noviembre y parte de diciembre.

Durante las diferentes estaciones crecen y florecen las distintas especies de cactáceas en Baja California Sur.

La Paz, Baja California Sur.- La familia de las cactáceas es endémica del continente americano y se encuentra desde Canadá hasta el sur del Estrecho de Magallanes en la punta de Sudamérica.

De acuerdo con el doctor Héctor Nolasco Soria, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, esta familia tiene alrededor de 153 géneros que comprenden aproximadamente mil 200 especies.

México es la zona más rica en cactos con 60 géneros, destacando especies icónicas de Baja California Sur como el Cardón Barbón con una altura de 5 a 10 metros y un diámetro del tronco de 30 a 50 centímetros.

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Sus flores, blancas y tubulares, nacen en la parte superior de los brazos, y su floración se da entre marzo y abril.

Otras cactácea característica de la media península es la Pitaya Dulce, misma que se puede encontrar en el Santuario de los
Cactos con crecimientos raros o “monstruosos”.

En Baja California Sur también nace y crece la Pitaya Agria con una altura de tres metros y un diámetro del tronco de 5 a 12 centímetros.

Las flores de esta planta crecen en la parte superior de los brazos. Se trata de flores blancas, largas, tubulares y fragantes, de ocho centímetros de ancho y con un tubo largo delgado de color púrpura.

Su fruto es globular, del tamaño de una pelota de golf a una pelota de tenis, color rojo brillante y carnoso.

Esta especie está distribuida desde el sur de Ensenada hasta Los Cabos, en la Isla San Martín y la mayoría de las islas del
golfo y también en Punta Sargento, Sonora.

En esta lista de cactáceas icónicas de Baja California Sur está el Garambullo, una planta vascular, con semillas y flores.

Su distribución abarca desde el noroeste de Baja California hasta Los Cabos, en la mayoría de las islas del golfo, Sonora y Arizona.

Alcanza una altura de ocho metros y un diámetro del tronco de 8 a 12 centímetros.

Sus flores crecen en la parte superior de los brazos. Son tubulares, pequeñas, color rosa pálido y florea en primavera. Su fruto es globular, pequeño, color rojo brillante y casi sin espinas.

Foto: Alberto Cota / El Sudcaliforniano

Otra especie que crece en esta región de la República Mexicana es la Pereskiopsis, igualmente una planta tubular, con semillas y flores.

Se le conoce como Rajamatraca y su distribución abarca la península de Baja California, Sonora y Sinaloa.

Es una planta ascendente, trepadora arriba de ocho metros y un diámetro del tronco de cinco a ocho centímetros.

Sus flores pequeñas, color rojo pálido y que se desarrollan entre septiembre y octubre, crecen en la parte final de los brazos.

Su fruto es color naranja a rojo, alargado de tamaño mediano con espinas.

De acuerdo con los expertos Pereskiopsis es uno de los géneros primitivos de las cactáceas, aparecen como ramas a pequeños

árboles con troncos bien definidos en su base y poseen ramas ascendentes, con areolas circulares, con espinas y presentan follaje.

En este catálogo no puede faltar la especie de los Viejitos, con una altura de 15 a 25 centímetros y un diámetro del tronco de 5 a ocho centímetros.

Sus flores se encuentran en la parte lateral superior de los troncos cilíndricos; y sus flores son tubulares, pequeñas, color rosa pálido, con una floración entre julio y agosto.

En Baja California Sur además crecen otro tipo de cactáceas como la Biznaga, la Cholla, y el nopal.

Las cactáceas estuvieron asociadas a las actividades de las antiguas etnias mexicanas. Esta relación les permitió proveerse de plantas de ornato, alimentos, herramientas, elementos medicinales y en muchas ocasiones fueron utilizadas como elementos mágicos en sus ceremonias.

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Un claro ejemplo es el jeroglífico de Tenochtitlan que presenta a un águila sobre un nopal devorando a una serpiente, símbolo que se transformó en parte del escudo nacional de los mexicanos.

En Baja California Sur los frutos de las cactáceas los consumían las etnias mexicanas como los Cochimíes que comían la Pitaya dulce, a la que llamaban Tammiá o Dammiá, en los meses de junio, julio y parte de agosto.

De la misma forma consumían tuna de nopal, pitaya dulce y pitaya agria entre los meses de agosto a octubre; así como Pitaya Agria y fruto de la Chirinola durante parte de octubre, noviembre y parte de diciembre.

Durante las diferentes estaciones crecen y florecen las distintas especies de cactáceas en Baja California Sur.

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