La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El Día de Muertos con su tradicional ofrenda a los seres queridos que se han ido está a muy poco tiempo de llegar, pero sabías que también hay una fecha para ponerle una ofrenda a las mascotas.
En México el culto a los muertos tiene un gran arraigo y viene de siglos atrás, formaba parte de las tradiciones del pueblo Mexica, tras la llegada de los españoles la fusión de ambas culturas dio como resultado el festejo que en la actualidad conocemos.
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Como parte de esos rituales, los mexicas tenían reservado un lugar especial para el xoloitzcuintle, se pensaba este perro era quien guiaba el alma de la persona por el Mictlán, lugar de los muertos, por lo que se sacrificaba y enterraba junto a las personas, además se creía que este animal poseía la capacidad de alejar y proteger los hogares de espíritus malignos.
Así como en el pasado, hoy día los perros y mascotas tienen un puesto muy importante dentro de algunas familias, se les puede poner un altar si ya murieron, tradición que tiene alrededor de 5 años de realizarse, a partir de la propuesta hecha por la empresa mexicana Funeral Pet, quien propuso el 3 de noviembre para honrarlos mientras que otras iniciativas de organizaciones pro animal han propuesto el 27 de octubre, como una manera de reconocer a estos integrantes de la familias mexicanas.
DÍA DE MUERTOS PARA LAS MASCOTAS
Al igual que la ofrenda para los muertos, esta debe de tener la comida y objetos que eran los preferidos de tu peludo, emplumado, escamoso o cualquiera que sea el tipo de tu compañero animal. A continuacion enlistamos algunos de los elementos que debe de tener el altar de mascotas.
-Agua.
-Sal.
-Velas.
-Flores de cempasúchil.
-Incienso.
-Foto de la mascota.
-Juguetes y comida favorita.
EL XOLOITZCUINTLE
El origen del Xoloitzcuintle, también conocido como perro azteca o pelón mexicano, lo ubican en una franja que va desde Nayarit hasta Guerrero, esto gracias a piezas de cerámica encontradas a principios del siglo XX en Colima, son más conocidas como los perritos danzantes colimenses, señalan en la Gaceta UNAM.
Estos hallazgos muestran que hace aproximadamente 2 mil años nació una camada de perros en la que uno de los ejemplares sobresalía por su falta de pelo. “La gente de la región consideró entonces que, si bien el perro pelón era un animal extraño, su aparición respondía a una decisión de los dioses, y que por eso no les correspondía matarlo ni decidir su destino. Así, lo aceptaron como a los demás perros y lo llamaron xoloitzcuintle (perro raro o perro arrugado en náhuatl)", comenta Raúl Valadez Azúa, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, especialista en el tema y coautor, con Gabriel Mestre Arrioja, del libro Xoloitzcuintle. Del enigma al siglo XXI (IIA, Fundación Xoloitzcuintle, Artenación Ediciones).
El xoloitzcuintle, por tanto, es resultado de una mutación genética espontánea que se presentó de una generación a otra, “debido a que el gen causante de dicha mutación es dominante, aunque un xoloitzcuintle se cruce con un perro con pelo, nacerán más perros pelones en la subsiguiente camada”, explica Valadez Azúa.
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Eso dicen los académicos, mientras que un leyenda señala que el dios Xólotl tomó la forma de un perro para poder entrar al Mictlán y obtener el “Hueso de la vida”, a partir del cual se dio origin la humanidad, tras su creación, Xólotl tomó una astilla del Hueso de la Vida” y a partir de ella creó al xoloitzcuintle para dárselo como obsequio al hombre, este perro debería de ser cuidado porque sería su guía en el Mictlán.