¿Sabes cómo se forman las playas? Geólogo de la UABCS lo explica

Muchas playas de Baja California Sur son muy estéticas porque no tienen impacto humano

Raymundo León / El Sudcaliforniano

  · miércoles 6 de noviembre de 2024

El investigador Ernesto Ramos Velázquez advirtió que las playas si pueden desaparecer si se les ponen barreras a los sedimentos que las alimentan. Foto: Alberto Cota / El Sudcaliforniano

La Paz, Baja California Sur.- Las playas arenosas, esos espacios que tanto disfruta la gente los fines de semana o en temporada de vacaciones, tardan cientos de miles o millones de años en formarse, por lo que son ecosistemas muy frágiles y susceptibles de desaparecer.

El doctor Ernesto Ramos Velázquez, profesor investigador del Departamento de Ciencia de la Tierra de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, explicó que en términos simples la playa es la parte de tierra más cercana al mar y que constantemente es inundada por el mismo.

Mencionó que normalmente llamamos playas a los espacios arenosos que pueden tener diferentes tonalidades, dependiendo de las características de los sedimentos, pero también hay playas rocosas y de otro tipo.

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Hablando de las primeras, que son las que busca la gente para descansar, ver los amaneceres o atardeceres y tomar el sol después de bañarse en el mar, precisó que se forman por la interacción del agua, la tierra y el viento, de las corrientes marinas y el oleaje con los sedimentos aportados por los arroyos.

Dijo que en el malecón de La Paz podemos observar cómo los arroyos acarrean toda la arena hacia la costa y ahí se mezcla con todo lo que viene del mar, formando las playas arenosas.

¿Por qué las playas son de diferentes colores?

Explicó que dependiendo del aporte y tipo de roca las playas tienen distintas tonalidades. En Balandra, por ejemplo, el color es blanco porque se trata de fragmentos de conchas de animales y otros organismos que mueren, se rompen y se van depositando en la costa.

Abundó que en El Mogote la arena es más oscura porque está asociada a rocas volcánicas, mientras que las de San José del Cabo y Cabo San Lucas son amarillentas o cafés porque su relación es con rocas graníticas.

En el caso de Santa Rosalía, dijo que las famosas playas negras son el resultado de las escorias de la fundición de minerales que fueron arrojados al mar y regresados por este a la costa.

El geólogo advirtió que las playas tardan cientos de miles o hasta millones de años en formarse, pero también son muy frágiles, por lo que pueden ser destruidas si se ven afectadas por edificios, marinas u otro tipo de barreras que no dejan llegar los sedimentos a la costa.

Puso como ejemplo el caso de La Playita en San José del Cabo, donde la construcción de una marina en la zona interrumpió el aporte de sedimentos y terminó erosionándola.

Las playas son muy delicadas, el balance es muy delicado, por ejemplo, las descargas de aguas negras y la derrama de hidrocarburos pueden destruir el equilibrio ecológico, manifestó.

Las playas, agregó, son dinámicas y dependen de los aportes de arena que llevan los arroyos cuando llueve y se depositan en la costa, donde se redistribuye; pero además las playas son estacionales, es decir, no son iguales en verano o en invierno.

En invierno hay más energía por el viento y el oleaje y las playas son más rocosas, a diferencia del verano cuando hay menos energía y la arena es más fina.

Dunas

Sobre las dunas, expuso, que también son rasgos costeros asociados a la transición del mar y la tierra, se forman con los fragmentos de arena que son transportados por el viento y depositados detrás de las playas, resaltando que las dunas son fundamentales para el equilibrio ecológico, porque son barreras naturales contra los huracanes y donde habitan diversas especies de animales.

El especialista puntualizó que las playas sí corren el riesgo de desaparecer si no se quitan las barreras que las alimentan de sedimentos, por lo que el destino de las playas que están frente a edificaciones como los hoteles no es nada bueno.

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Mencionó que por eso es importante que antes de construir cualquier tipo de edificación, hoteles, marinas o presas, se hagan estudios sobre el impacto que pueden tener en los procesos de interacción del mar con la tierra.

Tampoco es conveniente poner tapones en los arroyos, ya que al hacerlo hacemos que cada vez llegue menos material a la costa, comentó.

Manifestó que muchas playas de Baja California Sur son muy estéticas porque no tienen impacto humano, es decir, hay playas vírgenes que tienen la gran ventaja de perdurar en el tiempo.