Recientemente en el mundo se ha presentado un problema que los especialistas llaman “especies invasoras”, este se refiere a los animales que son introducidos en países o entornos que no son su hábitat natural, por lo que pueden generar diversos problemas en el ecosistema en el que se introducen.

Hace un par de días, el Departamento de Recursos Naturales de Georgia, Estados Unidos, se sumó a la lista de más de 15 estados de ese país en alerta por la presencia del pez “cabeza de serpiente” (Channa argus), el cual se ha convertido en un amenaza en el área en donde se le ha encontrado, las autoridades han emitido la siguiente recomendación:

Si crees que has capturado un pez cabeza de serpiente del norte, ante todo no lo liberes, Mátalo de inmediato y congélalo dentro de doble bolsa

Este pez recibe su nombre por la similitud de su cabeza con las serpientes, pero esto no es lo que lo hace peligroso, el primer registro que se tiene de esta especie en los Estados Unidos data de hace más de diez años.

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El cabeza de serpiente es originario de China, Rusia y la península de Corea, llega a medir más de 80 centímetros de largo, su apetito es insaciable, por lo que se alimenta de cualquier animal a su alcance, incluyendo a otros peces, ranas y cangrejos, debido a su fertilidad, las hembras pueden depositar hasta diez mil huevos en un año, es muy difícil combatirlo una vez que se ha establecido en algún lugar.

Además de lo anterior, este pez puede sobrevivir fuera del agua, todas las variedades de esta especie pueden respirar oxigeno del aire, para algunos inclusive es necesario respirarlo.

Debido a esta capacidad, el cabeza de serpiente puede realizar pequeñas migraciones, lo que les permite invadir cuerpos de agua cercanos a donde se encontraban originalmente.

El comunicado oficial de las autoridades de Georgia señala que este pez puede afectar severamente la disposición de alimento para otras especies nativas, ya que debido a su voracidad consume zooplancton, crustáceos juveniles y adultos, peces e insectos.

Además recomienda a la persona que llegue a capturar o ver un cabeza de serpiente, de ser posible tomar una fotografía del ejemplar y anotar el lugar en donde fue visto o capturado y hacer llegar la información a las autoridades.

Se cree que como muchas especies invasoras, los primeros ejemplares de este pez fueron liberados por personas que los adquirieron para sus acuarios y al crecer decidieron arrojarlos en algún río o lago.

En México, un claro ejemplo de una especie invasora es el pez conocido como “diablo”, el cual al no tener depredadores naturales se ha convertido en una plaga.