Los Cabos, Baja California Sur. - Luego de que al menos cuatro venados fueron videograbados en zonas urbanas de Cabo San Lucas, Graciela Tiburcio Pintos, especialista en manejo y conservación de vida silvestre dijo que estos ejemplares sólo están recuperando su hábitat, que no están invadiendo, y que los invasores somos los humanos.
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“Me sorprende el número de venados, son muchos y algo está pasando. Algún área se está viendo afectada de forma abrupta en este momento, y no les está dando tiempo ni de adaptarse, ni de ir a ningún lado. Es alarmante”, dijo.
Sobre los dos venados que entraron a la playa frente a la bahía de Cabo San Lucas, dijo no encontrar lógica de dónde salieron, que pudiera creer que alguien los tenía y se le escaparon, ya que no hay condiciones para que bajen dos por semana.
Explicó que la única manera de disminuir estos conflictos son los corredores biológicos, los cuales existen de manera natural y que comúnmente son de manera alargada que conectan una o dos regiones. Estos pueden ser franjas estrechas de vegetación, ríos, bosques ribereños, túneles, plantaciones, vegetación remanente, o grandes extensiones de bosques.
“Cada que se da un permiso de cambio de suelo, carreteras o construcción, la autoridad pide puentes peatonales, pero no contemplan corredores biológicos, que en este caso serían artificiales”, indicó Tiburcio Pintos añadiendo que estos son muy importantes porque mantienen la continuidad de los procesos biológicos, y que uno de los más importantes es la dispersión porque de esa manera pueden hacer sus migraciones, encontrar pareja y tener un territorio más grande.
De lo contrario empiezan a tener competencia de territorio, de alimento y empiezan a morir.
Precisó que estos corredores biológicos se dan de manera natural, pero que a la hora que estamos invadiendo su zona, destruyendo de una manera acelerada pues los dejamos aislados.
“Y si sumamos que cercanos, pues las carreteras de pronto se convierten en trampas mortales, especialmente las que tienen las divisiones de concreto en medio, donde el animal ya no se puede atravesar y muere atropellado o en el mejor de los casos ya no puede migrar, extender su territorio y queda aislado”, dijo.
De realizarse estos corredores biológicos artificiales, de preferencia con vegetación nativa serian de gran importancia porque la vida silvestre podría desplazarse de manera segura, asegurar su conectividad entre sus ecosistemas, disminuir la conexión de entrar en contacto con los humanos evitando que alguien termine lastimado por un animal silvestre y el riesgo que mueran atropellados.
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La experta no descarta que debido a la destrucción de su hábitat de manera acelerada y pérdida de ecosistemas se sigan observando animales silvestres en zonas urbanas, tal y como pasa en Monterrey donde los osos han entrado hasta en instituciones educativas.
“Esto cada vez será más frecuente y vamos a comenzar a ver otras especies”, señaló.