La Paz, Baja California Sur.- La península de Baja California se desliza en promedio 12.5 centímetros por año, por lo que se estima que dentro de 50 mil años podría estar frente a las costas de San Francisco, aseveró el oceanógrafo e investigador independiente, Isidoro Peredo Jaime.
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Explicó que la península tiene dos movimientos, uno de separación del continente que dio origen al Golfo de California, y otro ascendente, de manera que hace cuatro millones de años Cabo San Lucas estaba pegado con Puerto Vallarta.
El excatedrático de la UABCS expresó que es una falla de deslizamiento de la península lo que genera los sismos de baja intensidad, muy diferente a lo que ocurre en Guerrero, Chiapas y Oaxaca, que es una zona de subducción, es decir, la placa del Pacífico se está metiendo bajo la placa de Norteamérica.
“La placa del Pacífico es una placa de basalto que se mueve y choca con la placa del macizo continental, que es un poco más ligera, y eso hace que se formen las montañas”, explicó.
Abundó que toda la sierra a lo largo de la costa del Pacífico mexicano es producto del choque de estas dos placas, por lo se trata de una zona de alta intensidad sísmica.
En cuanto a la península de Baja California, mencionó que como se mueve hacia el norte, también tiene algunas fallas pequeñas que van del Golfo de California al Pacífico, las cuales de repente se mueven por el deslizamiento y producen los sismos.
Puntualizó que los sismos más intensos que se pueden esperar en esta región del país son de 6.5 grados, por lo que la gente no debe preocuparse mucho, y si bien la península se va a desprender del Pacífico continental, eso ocurrirá dentro de 50 mil años.
Peredo Jaime comentó que el mayor problema de este deslizamiento está en la falla de San Andrés, porque ahí hay zonas que no se han movido y se ha acumulado energía.
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Es decir, mientras en el golfo de California y el continente hay movimiento y pequeños temblores, en la zona de San Andrés las placas están entrampadas y el empuje constante va acumulando energía hasta que algún día reventará con golpes y brincos fuertes del primer sismo, al que le seguirán réplicas para acomodarse.
Dijo que de acuerdo con algunos modelos matemáticos que analizan la recurrencia de los sismos y su intensidad, el gran terremoto que se espera frente a los Ángeles, California, ya debería haber ocurrido en 1990, por lo que puede suceder en cualquier momento.