La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Quién no ha escuchado o recibido el consejo de utilizar árnica cuando se tiene un dolor muscular o ha recibido un golpe, para muchos tal vez suena a remedio de abuelos, pero te sorprenderás al conocer las propiedades curativas de esta planta.

El árnica es una flor de flores amarrillas que provienen de un arbusto que puede alcanzar hasta un metro de altura, su floración se da de enero a diciembre, es decir prácticamente en todo el año. En el país se utilizan dos especies de esta planta, las conocidas como árnica mexicana y el árnica europea.

Estas dos especies se utilizan de manera externa para contusiones, dolor muscular, dolor por golpes o torceduras, esguinces, hematomas y problemas reumáticos, entre otros.

Por otro lado, si se ingiere como infusión se utiliza la especie mexicana, la cual ayuda a combatir padecimientos de los riñones e irritación de la vejiga; como agua de uso cuando se presenta vómito; bronquitis, tos o pulmonía, en este caso se acostumbra tomar junto con cuachalalate durante nueve días; dolor de ulcera, de estómago, de pulmón, de pecho, de músculos, de riñón, de muelas y reumas.

Además, las ramas del árnica se pueden utilizar para limpiar heridas, en este caso las ramas de árnica se hierben junto con hierbas de cancerina y golondrina. Se ha comprobado también que el árnica ayuda a activar el sistema inmune de las personas.

Si ya están interesados en esta plata te damos un par de recetas:

TÉ DE ÁRNICA

Ingredientes: 2 litros de agua, 1 cucharadita de árnica mexicana, azúcar o miel.

Preparación: Pon a hervir el agua en un pocillo y tápalo, cuando hierva el agua agrega el árnica, apaga el fuego y deja reposar por 10 minutos con la tapa puesta, cuela el té y endulza a tu gusto cuando lo vayas a tomar. Esta infusión te rinde para 10 porciones y tiene una caducidad de 5 días.

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MACERADO DE ÁRNICA

Ingredientes: 1 litro de alcohol del 96 y 30 gramos de árnica para té, además necesitas un frasco o envase de vidrio de color ámbar con capacidad de 1 litro y un embudo.

Preparación: Mete el árnica en el frasco, con la ayuda del embudo vierte el alcohol en el frasco, tapa el frasco y mantenlo en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar. Agítalo de vez en cuando, al cabo de un mes ya puedes empezar a utilizar el macerado.

Si quieres conocer más de esta plata puedes consultar la Revista del Consumidor del mes de diciembre, la información fue tomada de esta fuente.