La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- ¿Cuántas veces nos hemos sentado cruzando las piernas sin pensarlo, solo disfrutando de unos minutos de descanso? muchas personas hacemos esto de manera automática, pero un experto dice que esta manera de sentarse puede provocar problemas de salud.
Existen dos formas en que las personas regularmente cruzan las piernas al sentarse, la primera y más común es a la altura de la rodilla mientras que la segunda es en los tobillos, siendo la primera la que afecta más la salud, según Adam Taylor, profesor y director del Centro de Aprendizaje Clínica de la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, para el medio The Conversation.
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PROBLEMAS DE SALUD
Taylor señala que al cruzar las piernas existe la posibilidad de un aumento en la presión arterial, esto debido a la acumulación de sangre en las venas, lo que obliga al corazón a trabajar con mayor intensidad para eliminar esa situación, lo que a su vez eleva el riesgo de causar daños a los vasos sanguíneos, es por esto que al tomarle la presión a una persona esta debe de tener los pies bien plantados en el piso.
Por supuesto que los riesgos a la salud de una persona aumentan si esa forma de sentarse se realiza con mayor frecuencia, los cambios que se pueden experimentar a largo plazo van desde la disposición de los huesos de la cadera hasta afectación en el largo de los músculos, pasando por una desalineación de la columna y hombros.
Estas son solo algunos de los efectos negativos que se pueden presentar:
-La pelvis pierde su alineación, esto porque los músculos al sufrir un estiramiento prolongado solo de un lado del cuerpo, se vuelven más débiles.
-La posición de la cabeza se desalinea, como resultado de los cambios en los huesos del cuello, debido a que la columna siempre va a realizar ajustes buscando que el que centro de gravedad este por encime a de la pelvis.
-El cuello, como ya se dijo sufre cambios, como resultado de que un lado del cuerpo es más fuerte que el otro.
Los resultados de la investigación de Adam Taylor mencionan que el nervio fibular, se ubica en la parte inferior de la pierna, corre el riesgo de sufrir compresión y lesión, lo que puede provocar debilidad al tratar de mover el dedo meñique del pie, o lo que se conoce como caída del pie, esta última es como si el pie perderá su fuerza y quedará colgando, aunque estos efectos pueden duran un corto tiempo, regularmente de minutos, existen otros que pueden ser más graves como estos:
- Escoliosis (alineación anormal de la columna) y otras deformidades.
- Síndrome de dolor trocantérico mayor, condición que afecta el lado externo de la cadera y el muslo
-Reducción de la cantidad y la calidad de espermatozoides, esto debido a que al cruzar las piernas se eleva la temperatura (hasta en 3.5 grados más que el resto del cuerpo), en la zona de los testículos.
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A pesar de lo anterior, el especialista Adam Taylor señala que existen algunos beneficios de sentarse con las piernas cruzadas, como el relajar los músculos, aunque los factores de riesgo asociados con esta práctica tienen más que ver con problemas como la obesidad y el sedentarismo, pero lo mejor es no sentarse de esa manera con frecuencia.