La Paz, Baja California Sur.- En México, las redes sociales se han vuelto tendencia para las campañas electorales 2024, cambiando los paradigmas tradicionales de la comunicación política. Sobre todo, en aquellas entidades federativas localizadas en la región norte del país, quienes presentan menor brecha digital que en estados de la región sur.
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Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que, de 798 mil 447 habitantes, el 62.1% de la población sudcaliforniana tiene acceso a internet; un 45.5% disponen de una computadora y el 94.6% porta un teléfono celular.
Tales cifras posicionan a Baja California Sur como el séptimo estado con mayor porcentaje de usuarios y conectividad en internet (89.7%), de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2022 (ENDUTIH); realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el INEGI. El grupo etario que concentra un mayor porcentaje es el que comprende de los 18 a 24 años y de 25 a 34 años.
A pesar de ello, es importante recordar que, en México, 2 de cada 10 habitantes aún no son usuarios de internet. Sin embargo, la presencia digital y no digital en torno a las candidaturas políticas y campañas electorales confluyen para dar como resultado la estrategia “más acertada”. En suma, lo digital se torna una herramienta “preciada” para conseguir el voto.
DIGITALIZAR EL VOTO “MÁS JOVEN”
Las redes sociales toman protagonismo ante la comunicación política en el país, como en Baja California Sur. Plataformas digitales favorecen la implementación de estrategias con gran segmentación de usuarios; fundamental para navegar de una forma más situada y adecuada para cada contexto.
Alejandra Rodríguez Estrada, doctora en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Coordinadora del Grupo de Comunicación Política en la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) e integrante del Centro de Estudios de Opinión y Análisis en la Universidad Veracruzana (UV), señala que las redes sociales cumplen una función importante en las campañas políticas; principalmente entre el sector joven, según los usos que se les asigne.
“Sigue teniendo un mayor impacto en las generaciones jóvenes. Sin embargo, las nuevas generaciones son las que menos participación electoral tienen. O, por ejemplo, en WhatsApp, que se tiene un uso mayor por las posibilidades de comunicación en los diferentes grupos de edad”, comentó.
El hecho de que la mayoría “opine” sobre un partido político en redes sociales, propicia la generación de una espiral del silencio. Se altera la opinión pública, y se legitiman ciertos fenómenos; por ejemplo, la confianza en algunos actores o instituciones.
“La datificación tiene unas implicaciones, los algoritmos tienen otras. Por ejemplo, el uso de bots, trolls; que al generarse o tener esta presencia magnificada de alguna información, pudiera orientar las opiniones. Se tiene la percepción de que la mayoría opina de una u otra manera y ello puede alterar la percepción; con el efecto de subirnos al “carro ganador”, por decirlo de alguna manera”, mencionó Rodríguez Estrada.
En algunos casos esto promueve el fortalecimiento de la búsqueda del voto a través de las generaciones online. Lo cual, varía entre partido político y ubicación geográfica, precisó la especialista.
“Habría que situarlo por campaña, por estado; porque varía. Hay un estudio que se hizo en Puebla y Monterrey; se observó la participación política offline y online de, sobre todo, jóvenes y adultos contemporáneos. Se veía que la participación política online sí era mayor en Monterrey y era de tipo convencional. Mientras que en Puebla, la participación política tradicional, fuera de lo online, no convencional, era una de las formas en las que más se involucraban los grupos entrevistados”, detalló Rodríguez Estrada.
NAVEGAR ENTRE EL MARKETING POLÍTICO
El marketing político, entendido como acciones y estrategias que estudian y sacian las demandas del mercado laboral, retoma lógicas y dinámicas comunicativas, contextuales e inclusive de género, en los entornos y plataformas digitales.
“Mañaneras”, labores filantrópicas, políticas "influencers a la moda”, canciones y jingles políticos bajo la música regional mexicana. Todo tiene un significado, una simbología y, por supuesto, una razón de ser y llevarse a cabo. Se busca una presencia particular en el entorno social, una conexión emocional que fortalezca el vínculo entre comunidad - política, favoreciendo ante la decisión del voto.
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Pero aprender a navegar en internet, entre lo “cierto” o “falso”; entre la desinformación y la veracidad, la “espectacularización”, es complejo. ¿Cómo realmente asegurarnos de que lo que vemos en redes sociales, está o no manipulado?
Es necesario implementar una mayor alfabetización digital en la sociedad; ser más críticos ante lo que está sucediendo en internet respecto a las campañas políticas y desarrollar habilidades para un uso y consumo asertivo en redes sociales, explicó Rodríguez Estrada.
