La Paz, Baja California Sur- En una noche fría y de incertidumbre, los trabajadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Baja California Sur se quedaron a dormir en sus instalaciones para continuar su paro laboral para exigir la destitución de la presidenta, Charlene Ramos Hernández.
Esta situación ha llevado a que los trabajadores pernocten en el edificio, resguardándolo mediante el establecimiento de turnos de guardia, para evitar posibles acciones que pongan fin al paro.
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La escena en la CEDH era surrealista: un pequeño grupo de trabajadores, iluminados solo por la tenue luz del interior del edificio y el letrero luminoso exterior. La noche avanzaba y la tensión crecía, mientras dos elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) vigilaban desde una patrulla cercana.
Aproximadamente cuatro personas, acompañadas del consejero de la CEDH, Alejandro Maldonado, se mantenían firmes en su posición. Agradecieron el apoyo de la policía estatal para resguardar el lugar durante las 24 horas del día con una cena especial.
Los agentes estatales, aparentemente relajados, disfrutaban de una cena compuesta por tacos de carne asada y refrescos. También en la mesa, los trabajadores se alimentaban con pizza, papas fritas, refrescos, agua y café.
Alejandro Maldonado, consejero estatal, destacó la urgencia de la situación. Explicó que el paro inició al amanecer y que el consejo de la CEDH ha emitido una solicitud formal de una sesión extraordinaria urgente para resolver los problemas planteados por los trabajadores.
Dijo que esperarán hasta el 9 de enero a las 2 de la tarde para tener una respuesta de la presidenta, Charlene Ramos Hernández, en un intento de establecer un diálogo y llegar a una solución.
Enfatizó la necesidad de que el diálogo entre la administración y los trabajadores prevalezca para que la CEDH pueda retomar sus funciones de observación y defensa de los derechos humanos en la sociedad sudcaliforniana.
La solicitud de apoyo policial se realizó para evitar posibles acciones violentas por parte de la administración, y hasta ahora, aseguró, la situación es relativamente tranquila. Unos cerrajeros enviados para abrir el edificio fueron retirados durante la tarde y fue todo.
Sin embargo, si la sesión extraordinaria no se lleva a cabo o no produce resultados, se advierte que la situación se elevará ante el Congreso del Estado.
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El consejero Maldonado aclaró que, aunque la situación financiera del administrador Abraham Eliezer Manríquez Ramírez fue citada como motivo, no se ha destituido formalmente a nadie.
Recalcó la importancia de dialogar y dijo necesario que la situación se resuelva en beneficio de la CEDH y su capacidad para cumplir con su mandato.
Mientras tanto, la noche se encargó de continuar enfriando los huesos de quienes se atrevían a desafiar a la intemperie y seguir la manifestación, en lugar de descansar desde el calor de hogar.
