La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- Malos augurios para los hortaliceros del estado, a causa de la pandemia de Covid-19 que por segundo año consecutivo provocó un desplome en el consumo de productos del campo.
Aunque el impacto del 2020 fue devastador, en el presente año las condiciones no mejoraron, salvo por algunas semanas en donde aumentaron los pedidos de los comercializadores; no hubo mercado para tomates, cebollas, chiles, hierbas aromáticas ni jícamas, solo se salvaron los productores de mango Kent de la zona de Santiago, cuya cosecha se exportó a Estados Unidos y Japón con precios de entre 16 y 20 pesos el kilo.
Incluso, el mango criollo que históricamente no ha tenido mercado y se consume solo a nivel local, en esta temporada se envió a San Francisco California para su industrialización, favorecido, entre otros factores, por las condiciones de sanidad y el status que se ha logrado mantener como zona libre de mosca mexicana.
El presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal Dionisio Domínguez informó que ha sido tan grave la situación de los productores, que en el caso de tomates y chiles el precio del producto no alcanzó ni para pagar la semilla.
Citó el caso de Todos Santos y Pescadero en donde prácticamente la totalidad de las siembras de chile se tuvieron que vender para el secado, con un precio de 4 pesos el kilo, contra los entre 12 y hasta 18 de años buenos;
Aclaró que para los que secan los chiles tampoco hubo gran negocio, debido a la alza en el costo del gas que se utiliza en las deshidratadoras, y a que de 7 kilos en fresco se obtiene uno, y a que a ellos también les está afectando el desplomen del consumo.
Lo mismo pasó con los tomates; Los precios se desplomaron y con lo que recuperaron no pagaron ni el avío:Los que sembraron maíz forrajero en Los Planes, aprovechando la demanda de alimento para los bovinos tampoco pudieron venderlo; los ganaderos sí los ocupan y sí lo quieren, pero no tienen dinero para comprarlo.
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Por si esto fuera poco, en la zona agrícola de Todos Santos y El Pescadero, la mano de obra para el campo comienza a escasear, debido que los desarrollos turísticos en construcción están pagando 700 pesos al día, mientras que en el campo se pagan 300.
De no tomarse acciones y destinar apoyos al sector, Dionisio Domínguez
no descartó la posibilidad de que ejidatarios y pequeños propietarios comiencen a venderse las tierras agrícolas debido a que la agricultura está dejando de ser negocio.
En el caso de Los Planes la situación ya es crítica; de 300 hectáreas de chile que se sembraban en años anteriores, en esta temporada solo se establecieron 60 y fue exclusivamente para el consumo local.