La Paz, Baja California Sur. —Alejandro Solache Rivera asumió oficialmente como secretario general del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, Municipios e Instituciones Descentralizadas de Baja California Sur (SUTSPEMIDBCS), sección La Paz, para el periodo 2024-2027.

Al rendir protesta, se evidenciaron los desafíos profundos que enfrenta el sindicato en estos tiempos de incertidumbre laboral y la promesa de recuperar la unidad y confianza perdida entre la base trabajadora.

La pérgola del evento se llenó de autoridades estatales, municipales y sindicales, pero las palabras pronunciadas ahí tuvieron un eco que rebasó el marco de la ceremonia.

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Un sindicato debilitado por la desconfianza interna, una base trabajadora "muy lastimada" como señaló la alcaldesa Milena Quiroga Romero y la urgencia de regresar a la congruencia con los principios que dieron origen a la organización laboral hace 86 años.

Homologación de bonos a jubilados y pensionados

Solache Rivera, abogado de profesión, se presentó ante los delegados sindicales y autoridades con un mensaje claro y contundente: la unidad no es opcional, es una necesidad para alcanzar mejoras laborales.

Anunció que su prioridad será la homologación de bonos para jubilados y pensionados, un beneficio que podría alcanzar hasta los mil 200 trabajadores activos y 500 jubilados, y que representa un monto significativo para la estabilidad económica de estos sectores. Podría significar una inversión de más de 10 millones de pesos anuales.

"Vamos a demostrar que agarrados de la mano podemos lograr más", expresó durante su intervención, en un intento de llamar al cierre de filas tras los conflictos recientes que fracturaron la confianza en el sindicato.

Reiteró que ninguna negociación será firmada sin la aprobación de la base trabajadora, buscando cimentar la confianza de nuevo desde el diálogo y la transparencia.

"No vamos a firmar ninguna minuta sin que la base esté de acuerdo", afirmó, subrayando la importancia de una participación activa de todos los agremiados.

En entrevista para El Sudcaliforniano, Solache Rivera también destacó la importancia de la auditoría interna que se llevará a cabo para conocer la situación financiera real del sindicato.

"Nos encontramos en un proceso de instalación y solicitamos un poco de paciencia, pero puedo asegurarles que, una vez finalizada la auditoría, daremos a conocer todos los resultados de manera transparente", afirmó.

Además, señaló que el próximo 31 de diciembre el sindicato cumplirá 86 años, y para entonces espera haber sentado las bases de una administración basada en la transparencia y en la recuperación de la confianza de los trabajadores.

El simbolismo del evento se profundizó al coincidir con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, subrayó durante su discurso, Quiroga Romero.

Al dirigirse a los trabajadores, la alcaldes hizo un llamado enfático para ser agentes del cambio, tanto en sus hogares como en sus áreas de trabajo, promoviendo el respeto y rechazando toda forma de violencia.

“Nos tocó, ni modo, hay que contribuir”, dijo, subrayando la responsabilidad compartida de quienes ocupan un puesto en el servicio público.

Solache promete transparencia

Las expectativas para la nueva mesa directiva del sindicato son altas. Solache Rivera hereda una organización con múltiples deudas, tanto financieras como sociales.

La promesa de una “gestión transparente” fue repetida en varios momentos, acompañada del compromiso de realizar auditorías y rendir cuentas claras sobre el uso de los fondos sindicales, los cuales ascienden a más de 15 millones de pesos anuales.

Sin embargo, los trabajadores ahora buscan hechos que respalden estas palabras. No se trata solo de un bono navideño o de asegurar el pago de quincenas: la base espera un liderazgo que esté dispuesto a pelear por sus derechos con firmeza.

En el cierre del evento, la presidenta del Consejo Estatal de Vigilancia, Norma Elena Murillo Quintana, dio por clausurada la asamblea, mientras los presentes se retiraban con una mezcla de esperanza y escepticismo.

Alejandro Solache Rivera ha iniciado un camino complejo: entre aplausos y retos, el verdadero juicio vendrá no de sus palabras en la tribuna, sino de su capacidad para cumplir las promesas que los trabajadores esperan ver como una realidad.