La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Productores del Valle de Santo Domingo, la zona agrícola más importante del estado, alertaron sobre la catástrofe que viene, debido a lo que califican como un“exorbitante encarecimiento de los insumos” que se registra en el presente año, con hasta un 200% en fertilizantes, agroquímicos, semillas, lubricantes y refacciones, por lo que se avizora un colapso del sector, y no solo para los productores de granos sino también para las agro empresas que se dedican a espárragos y papas, de cuya actividad depende en gran medida la economía de la región.
Miguel Angel Pichini Poloni, denunció que se trata de incrementos “exageradamente brutales y sin precedentes”, y además de lo caro, sin abasto suficiente en el caso de algunos fertilizantes.
Entre los de mayor incremento, destaca el nitrógeno, el fósforo y el potasio, insumos básicos para cualquier cultivo, sin dejar de mencionar los micronutrientes en los que también se registra un aumento desmedido.
6400 LA TONELADA DE TRIGO
Lo mismo sucede con la grasa, tornillería, baleros, retenes, discos para las rastras; todos cuestan el doble, mientras que por otro lado, el precio del trigo solo aumentó en alrededor de 600 pesos por tonelada, pasando de 5 mil 790 a 6 mil 400,precio que aplica solo para 100 toneladas por cada productor; el resto de la producción se vende a precio de mercado, más bajo que el de garantía.
Esto es una locura, dijo Pichini Poloni; la única opción para los que producimos granos sería rentar las tierras, pero el mercado y al aumento a los insumos también está afectando a los esparragueros y paperos y por tanto ya no están rentando ranchos.
RENTAR, LA ÚNICA OPCIÓN
El agricultor explicó que en la actualidad casi la mitad de la superficie agrícola del Valle de Santo Domingo se encuentra rentada debido a que sembrar por cuenta propia ha dejado de ser redituable y en cada cosecha se enfrentan cada vez más riesgos de pérdidas económicas.
Con el panorama actual, dio como un hecho que para el próximo ciclo se dispare la cartera vencida con los bancos y que muchos se queden sin acceso al cada día más escaso financiamiento: Y no es que venga una catástrofe; ya la estamos viendo, recalcó.
EL CLIMA NO AYUDA
Por si lo antes mencionado fuera poco, informó que el clima no está ayudando, y que a diferencia de años anteriores cuando en estas fechas había registros de bajas temperaturas, en días recientes aun hace calor y eso no ayuda al desarrollo de los trigos, uno de los pocos cultivos que aún se pueden explotar, y que para el ciclo otoño-invierno representa poco más de 4 mil 500 hectáreas en esa zona agrícola del municipio de Comondú.
Si bien nos va, vamos a salir tablas, concluyó.
EN LOS EJIDOS, PEOR
Y si entre los colonos y pequeños propietarios que siembran más de 50 hectáreas y tienen dotaciones de agua de 250 millares hay desánimo, entre los ejidos que apenas llegan a 10 hectáreas la situación no es menos preocupante; la mayoría deben de completar sus ingresos con actividades como la cría de animales para el autoconsumo, o trabajando de manera ocasional como jornaleros o capataces ya sea dentro del mismo ejido o en las agroempresas que se dedican a las hortalizas.
Según estimaciones de ejidatarios consultados por este medio, al menos el 50% de la tierra ejidal está rentada, y los que aun siembran solo tienen la opción de trigo y maíz, debido a que son cultivos con un avío más accesible, a diferencia de las hortalizas que requieren inversiones de hasta 300 mil pesos por hectárea.
MAQUINARIA VIEJA
Por otra parte, el envejecimiento de la maquinaria agrícola es otra desventaja; la mayoría de los tractores tienen más de 35 años de uso y además de consumir grandes cantidades de combustible, demandan continuamente mantenimiento y sustitución de refacciones; adquirir uno nuevo con recursos propios es imposible ya que representa una inversión de alrededor de 1 millón de pesos o más, dependiendo del tipo de maquinaria que se trate.
La edad es otra condición adversa;en los ejidos, al menos el 70% de los socios tienen más de 70 años y con una condición física o de salud les impide desarrollar las actividades del campo de manera normal; en las comunidades ejidales no hay opciones para los jóvenes, por lo que deben emigrar hacia La Paz o Los Cabos en busca de trabajo.
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Al igual que sucede entre los pequeños propietarios, para los ejidatarios es mejor rentar las tierras que sembrarlas de trigo, maíz o sorgo, los únicos cultivos que su capacidad les permite establecer, y con el riesgo de que al final de la cosecha no recuperen la inversión; en el caso del trigo, los productores están obligados a cosechar de 5.5 toneladas para arriba para recuperar los costos y tener una pequeña utilidad.
MÁS APOYOS AL CAMPO
Con todo y lo anterior, hay entre los productores confianza en que el gobierno estatal y el federal reactiven en el 2022 los apoyos para el campo, un esquema en el que está trabajando el Secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA), José Alfredo Bermúdez Beltrán, quien está solicitando al Congreso del estado se le destinen 200 millones al sector agropecuario, recursos que se potenciarían al empatarse con los programas federales.