La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex) Hace 20 años, Ana vivía en Monterrey trabajando en un corporativo, en donde le tocó ver como atropellaban a un perro en una avenida, lo cual la motivó para hacer algo al respecto, “esa persona que podía hacer algo era yo”, por lo que comenzó a colaborar con Pro defensa animal A. C.
TRAYECTORIA A THE HUMANE LEAGUE
Poco a poco fue conociendo situaciones de maltrato y crueldad animal, como los antirrábicos y perreras que sacrifican a perros a través de electrocuciones, además de las pésimas condiciones de vida, la situación de abandono y de irresponsabilidad de los dueños.
Ana Ortega es Licenciada en Mercadotécnica, con una maestría en Ingeniería de Calidad y Productividad, por lo que se involucró en temas de desarrollo de organización, recaudación de fondos y finalmente terminó siendo la presidenta de la organización.
Posteriormente, trabajó en la Asociación Internacional para la Protección de Animales (AIPA), conoció a Peter Singer, quien es filósofo y activista del animalismo, quien la inspiró, además que se dio cuenta que había un grupo de animales “que no estaba bajo la mira de ningún movimiento social aquí en México, así que decidí volverme activista no nada más por los animales de compañía, sino por los animales llamados de consumo”.
Finalmente, al llegar a La Paz, participa como co-fundadora de la Sociedad Humanitaria de La Paz, la cual se dedica a la defensa de animales de compañía, sin embargo, fue contactada por The Humane League en México desde hace 5 años, en los cuales empezó como encargada de relaciones corporativas, después fue gerente de campaña y desde hace 2 años y medio es directora.
OBJETIVOS THE HUMANE LEAGUE
Con el objetivo de eliminar el abuso de los animales criados como alimento, The Humane League tiene dos líneas de acción, una primera consiste en crear conciencia en las personas para que hagan cambio dentro de su alimentación, “buscamos que las personas conozcan la problemática en la que viven los animales de granja, las condiciones en las que son criados, transportados y matados”; por otra parte, realizan campañas para que “las empresas hagan cambios institucionales para que impacten de una manera enorme en la vida de los animales”, como es el caso de las gallinas y los pollos, que representan el 90% de los animales que son criados para consumo.
La industria alimentaria cada vez aumenta la demanda de huevos de gallina libre de jaulas gracias a la lucha por The Human League.
En un primer momento, buscan eliminar el uso de jaulas dentro de la producción de huevo, “son prácticas crueles, porque bajo este sistema las gallinas tienen que estar enjauladas por dos años, cada año producen 800 huevos y toda su vida la van a pasar paradas en una jaula de alambre en la que no pueden si quiera extender sus alas, comparten espacios con gallinas muertas, el olor despide altos niveles de amoniaco que es aspirado por ellas mismas.
En una segunda causa, piden mejoras en el caso de los pollos de engorda, “que ya no se utilicen ciertas razas, ya que han modificado genéticamente a los pollos para que crezcan lo más rápido posible en el menor tiempo, y esto significa que el peso que alcanzan es demasiado para que sus patas lo resistan”, lo que ocasiona que no puedan moverse e incluso pararse.