La Paz, Baja California Sur.- La Ley de Educación para el Estado de Baja California Sur fue aprobada en el Congreso local con mayoría, pero no quedó exenta de ciertas controversias y reclamos por parte de diversos sectores.
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La votación final registró 14 votos a favor y seis en contra, reflejando una aceptación mayoritaria pero no unánime, ya que algunos diputados señalaron opacidad en el proceso.
El coordinador de la fracción de Morena y presidente de la Comisión de Educación, José María Avilés Castro, destacó la importancia de la armonizar las leyes estatales con la legislación federal en materia educativa.
Expuso que la Suprema Corte de Justicia la Nación (SCJN) ha determinado que la legislación de temas educativos son competencia del Congreso de la Unión, por lo que los congresos estatales deben acatarlas.
Aunque Avilés Castro reconoció cierta falta de socialización de la ley, señaló que la misma se realizó conforme a los procedimientos establecidos y en línea con los principios de inclusión educativa, especialmente para grupos prioritarios como los indígenas.
Sin embargo, la aprobación de la ley no estuvo exenta de críticas y reclamos, como señaló el diputado del Partido Acción Nacional por el XV distrito, Julio Cervando Higuera Márquez.
Higuera Márquez expresó su voto en contra de la ley, argumentando la falta de diálogo y consulta previa con diversos sectores, incluyendo maestros, padres de familia y empresarios.
Enfatizó la necesidad de que la sociedad en su conjunto esté informada y participe en la construcción de una legislación educativa que refleje sus necesidades y preocupaciones.
Avilés Castro señaló que los reclamos fueron principalmente de un grupo religioso con ideología conservadora, específicamente integrantes del Frente Nacional por la Familia, que acuden todas las sesiones a manifestarse.
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“Me parece que los maestros no se manifestaron, ellos vinieron a dejar un documento solamente y son este grupo de personas que responden a una ideología religiosa cristiana”, aseguró Avilés.
“Están en contra de algunas situaciones de índole progresista que no concuerdan con el aspecto de su religión y que se basan en cuestiones fundamentalistas”, añadió.
Higuera Márquez subrayó la falta de consulta con un espectro más amplio de la sociedad, incluyendo a los trabajadores de la educación.