La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- 72 horas después de que la Fiscalía General de la República asegurara las instalaciones de la planta de gas ubicada a la salida al sur de la ciudad, la distribución del producto enfrenta serios problemas, de tal modo que los clientes domésticos tienen que esperar hasta 3 días para ser atendidos.
La causa de este aseguramiento y clausura de las instalaciones que ha inmovilizado a decenas de unidades y que impide la salida de gas, habría sido originada por la existencia de un tanque con combustible al interior de la planta, desde donde se surtía de diésel a los tractores que acarrean el gas en grandes tanques desde la planta de Pichilingue.
Durante un recorrido realizado por El Sudcaliforniano, se pudo observar el tanque elevado de combustible que originó el problema, y varias unidades que quedaron al interior y que debido a los sellos colocados por la FGR no han podido salir a trabajar.
La versión del aseguramiento por causa de la venta irregular del combustible fue confirmada recientemente por el gobernador Víctor Castro Cosío.
Entre tanto, las operadoras que atienden los pedidos de gas por teléfono apenas se dan abasto, y solo es posible lograr un tanque si se llama a las 7 de la mañana y luego de esperar por varios minutos en la línea; para después de las 8, es prácticamente imposible hacer un pedido debido a que las unidades repartidoras han agotado su carga.
Información obtenida por El Sudcaliforniano señala que hay gas suficiente, pero no es posible atender a demanda debido al cierre de la planta Caligas.
Así, la crisis de desabasto del Gas LP que sufrió la ciudad desde hace dos meses a causa de la salida de operación del barco Cosalá que trae el producto de Topolobampo sigue, aun y cuando el buque reinició operaciones desde hace más de una semana.
Suscríbete aquí a la edición digital de El Sudcaliforniano
No hay antecedente de una crisis de desabasto como esta, que lo mismo afectó a consumidores domésticos que a hoteles y restaurantes; en este último caso, racionando el combustible a solo el 20% del pedido, y originando en Los Cabos el cierre temporal de al menos 14 restaurantes por la falta del combustible, cuyo consumo aumenta durante la temporada invernal cuando se utiliza en los calentadores de agua.
Hasta ahora, se desconoce si las instalaciones de diésel al interior de la planta gasera contaban o no con autorización del municipio o del estado; Ni la empresa ni la FGR han emitido ningún comunicado oficial al respecto, y según recientes declaraciones del gobernador Víctor Castro, la información con la que cuenta la autoridad local es “muy escueta”.