Regularmente en la ciudad, la temporada de huracanes se vive de una forma muy intensa, sin embargo, las colonias que se encuentran en las periferias, muy cercanas a las faldas de los cerros con los que colinda la ciudad, viven estos y sus estragos de manera más trágica.
Entre los vecinos de la colonia Ampliación Villas de Guadalupe, mencionan que ya les ha tocado vivir hasta 12 temporadas de huracanes en su actual domicilio, sin embargo, el recuerdo más amargo de estas es el huracán Odile, el cual dejó a muchos de los colonos sin ninguna parte de su patrimonio.
Recuerdan con amargura que a pesar de que Odile no desató grandes arroyos ni lluvias, sus casas fueron atacadas por grandes ventarrones que empezaron por despojarlos de sus techos hechos en su mayoría de cartón, láminas galvanizadas o retazos de madera, los cuales terminan siempre por tapizar los cerros que los rodean.
Después las paredes y las estructuras se vencen, y es cuando piensan en resguardarse en un albergue, aunque debido a la lejanía de este, ya que se encuentra a tres colonias de distancia (Escuela Emma Isabel Osuna), optan por no correr el riesgo de trasladarse y enfrentar la situación resguardándose con algunos vecinos o algún pedazo de su casa que no haya sufrido daños.
Hay otros vecinos que de manera más consciente, preparan sus pertenencias, artículos básicos y herramientas de trabajo con anticipación y se van a casa de sus familiares quienes viven en colonias más seguras, con la esperanza de poder regresar a su casa y que esta siga en pie.
Los colonos mencionan que después de la temporada de huracanes o de algún fenómeno, se les brindan apoyos económicos o materiales para poder reconstruir su patrimonio, sin embargo esto nos es una regla, pues ha habido ocasiones en que ellos tienen que poner de su dinero para lo que ellos llaman “empezar de nuevo”.
También mencionan que han tenido pérdida de muebles, colchones, etc., debido a que estos se humedecen y no pueden salvarse del todo.
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SOLUCIONES
Entre las medidas que mencionan los vecinos que se deberían de tomar para aminorar los riesgos y estragos de estos fenómenos naturales, está la implementación de albergues más cercanos a la zona, y una campaña más intensiva para que los colonos sean precavidos y acudan a estos sin poner en riesgo la vida de ellos y sus familias.
Mientras que otro problema profundo que vislumbran, tiene que ver más con las malas condiciones laborales y sueldos que los orilla a vivir en esa zona y a no poderse hacer de un patrimonio seguro, tal como una casa de material.